El organismo rechazó la violencia en todas sus expresiones y condenó los discursos de odio y polarizantes desde cualquier instancia de la sociedad pues se trata de opiniones negativas preconcebidas o suposiciones estereotipadas que incitan a la discriminación, la hostilidad y la violencia.
Advirtió que los discursos de odio contradicen la cohesión social, los derechos humanos y el Estado de derecho, ya que son una forma extrema de intolerancia que contribuye a los crímenes de odio.
Es prioritaria su condena y prevención, remarcó, porque producen en países y sociedades un estado de riña, confrontación y animadversión contra grupos o personas por su origen étnico, nacionalidad, género, orientación o preferencias sexuales, creencias e incluso por opiniones o preferencias políticas e ideológicas.
El Consejo Consultivo de la CNDH refrendó su rechazo a la violencia en todas sus expresiones y demandó a las autoridades de los distintos niveles de gobierno ofrecer a las víctimas los apoyos y asistencia que requieran.
Planteó que México requiere una transformación hacia el auténtico respeto y vigencia de los derechos humanos, la legalidad, la verdad, el fortalecimiento de la institucionalidad democrática, la reconciliación nacional y la paz, al margen de preferencias o intereses políticos o ideológicos.
Reconoció las acciones y medidas que autoridades mexicanas han llevado a cabo para exigir que, aun cuando el responsable ya esté detenido, se continúe investigando sobre el tiroteo en El Paso, Texas, en el que ocho mexicanos murieron, para prevenir hechos similares y atender a las víctimas.
No obstante, llamó la atención sobre la necesidad de que se atiendan, con el mismo interés y despliegue de recursos y capacidades, los hechos de violencia y delitos ocurridos en el país, en los que la impunidad es la constante.
Llamó a evitar discursos polarizantes que, al amparo de una malentendida libertad de expresión, pretendan orientar o condicionar la opinión pública contra grupos o personas, por sus opiniones políticas o posturas críticas a planes y medidas de gobierno, mediante el uso de información equívoca, insultos, calificaciones o descalificaciones y otros tipos de agresiones y violencia verbal.
Como ejemplo de ello citó expresiones contra periodistas y comunicadores en un contexto en el que este año se han registrado 11 homicidios en su contra, tres tan sólo en los últimos 15 días, elevando a 152 los casos presentados desde 2000, que en su mayoría permanecen impunes.
Respecto a la condena que autoridades mexicanas han hecho al discurso de odio contra los mexicanos en Estados Unidos, planteó que ese reproche tendría que verse acompañado por la implementación de acciones efectivas que prevengan que ese tipo de discursos se reproduzcan y arraiguen en México.
Además que se eviten actos ilegales o agresiones, tanto por parte de autoridades como particulares, contra personas en contexto de migración en territorio nacional.
"Las acciones que se piden en defensa de mexicanos en Estados Unidos deben ser congruentes con las que en nuestro país se realizan respecto de quienes transitan por el mismo de nacionalidades diferentes, principalmente niñas, niños y adolescentes, quienes también están sujetos a los riesgos inherentes a la violencia, al maltrato y a la discriminación, entre otros, expuso el organismo.