En esas denuncias se alertaba de los desvíos de recursos del Estado a al menos 30 empresas fantasmas, que presuntamente sirvieron a Duarte y sus prestanombres para comprar decenas de inmuebles en Miami, Ixtapa, la capital mexicana, Madrid, Bilbao y un rancho en Valle de Bravo, en el estado de México.
La ASF detectó el desvío de más de 600 millones de pesos (más de 33 millones de dólares al cambio actual) que iban a ser destinados en 2011 al programa educativo 'Habilidades digitales para todos', mediante el cual se pretendía equipar con tecnología digital a más de tres mil aulas veracruzanas.
También descubrió que 200 millones de pesos para capacitación policíaca nunca se usaron para tal propósito, e igual cantidad fue retirada del Instituto de Pensiones del Estado, entre otros desfalcos millonarios que suman varios miles de millones de pesos.