El segundo en la línea de sucesión a la Corona británica y su mujer, Catalina Middleton, se presentaron en el palco de autoridades pocos minutos antes de que comenzara el duelo, entre los aplausos del público que abarrota una pista con capacidad para unas 15.000 personas.
La pista central de Wimbledon, un torneo centenario que combina el tenis de élite con la tradición y el protocolo, es un escenario habitual en el que se deja ver la familia real británica.
La pasada semana, el príncipe Carlos, padre de Guillermo, y su esposa, Camilla, asistieron también al palco de autoridades del All England Club, al suroeste de Londres, durante el partido de segunda ronda entre Federer y el italiano Fabio Fognini.
Esa visita del príncipe Carlos a Wimbledon fue la primera desde 1970, y se produjo el mismo día en el que reina Isabel II estrechó la mano, en un evento histórico, al excomandante del inactivo IRA Martin McGuinness durante la visita de la soberana a Irlanda del Norte.
En el segundo turno de hoy en la pista central, David Ferrer, quinto tenista del mundo y único español que sigue adelante el torneo, se enfrentará al tenista favorito del público local, el británico Andy Murray, cuarto del mundo, que lucha por alcanzar su cuarta final consecutiva en Wimbledon.