Exiliados iluminan las costas de Cuba en demanda de libertad de expresión e internet

Exiliados cubanos lanzaron ayer sábado fuegos artificiales frente a las costas de Cuba para reclamar libertad de expresión y el "fin a la censura" de internet, como parte de sus acciones para impulsar un movimiento no violento de participación ciudadana dentro de la isla caribeña.

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Fuegos artificiales encendidos por una flotilla de exiliados cubanos procedentes de Miami son vistos en La Habana (Cuba).

"La primera de tres andanadas de luces ya se lanzó para exigir al régimen que provea acceso a internet a los cubanos y libertad de expresión. No quiere hacerlo y de esa manera lo que hace es censurar al pueblo", dijo a Efe Rafael Tur, directivo del Movimiento Democracia, grupo que organizó el acto.

La primera andanada de un total de cerca de 80 "Luces de la libertad", como las llama el grupo con sede en Miami, iluminó el cielo a las 00.01 GMT, según el activista que estaba en comunicación con la flotilla por radio desde Cayo Hueso, en el extremo sur de Florida (EE.UU.).

Los fuegos artificiales se lanzaron desde uno de los cuatro barcos de la flotilla a 20 kilómetros de La Habana, en aguas internacionales.

"Queremos libertad de expresión, ese es el mensaje que queremos que se transmita. Los cubanos en el destierro le pedimos al mundo que reclame al Gobierno de Cuba el acceso a internet para los cubanos, que no se censure", dijo el presidente del Movimiento Democracia, Ramón Saúl Sánchez, en una entrevista con Efe antes de zarpar.

Para el activista, internet se ha convertido en un "arma muy poderosa para abrir las sociedades cerradas. La información y la comunicación son fundamentales para evitar que se engañe a las personas".

"El día que los cubanos tengan acceso a internet los beneficios serán amplios no sólo los de allá podrán comunicarse entre sí, organizarse mejor y enviar más rápido las denuncias, sino que los que viven en el exilio podrán hablar gratis con su familia, verse a través de una cámara, y eso es importante para mantener los vínculos familiares", detalló.

La organización anticastrista afirma que aunque Cuba parece contar con la tecnología necesaria tras tenderse el cable de fibra óptica de Venezuela a Cuba, el régimen castrista "sigue negando el acceso a internet al pueblo cubano".

Un informe de Reporteros Sin Fronteras, divulgado en marzo, incluyó a Cuba entre los países "enemigos de internet" y señaló que en esas naciones "a menudo se combinan los problemas de acceso, un alto grado de filtro, el rastreo de los ciberdisidentes y la propaganda digital".

"Reclamamos al Gobierno de Cuba que ponga en uso de la ciudadanía cubana el cable submarino de fibra óptica y de no hacerlo hará más evidente aún que la razón por la que no hay acceso a internet es política", indicó el grupo de exiliados cubanos en un documento sobre la flotilla.

El propósito de actividades como la de hoy es contribuir a conformar un "Factor Cubano Interno y soberano de amplia participación ciudadana a través de las dinámicas no-violentas que persuada u obligue al Gobierno cubano a someterse a un proceso de democratización o a entregar el poder al pueblo cubano", afirmó.

"Nosotros pensamos que la libertad de Cuba viene a través de un movimiento de expresión popular no violento y es lo que estamos tratando de demostrar", añadió.

El grupo cree que son los cubanos quienes deben reclamar sus derechos humanos, civiles, sociales y económicos manifestándose de manera no violenta en momentos en que hay "un cada vez más osado activismo de la oposición".

"Es por ello que insistimos en aproximarnos al pueblo de Cuba y para ello discurrimos diversas actividades frente a las costas de Cuba", informó.

La flotilla zarpó ayer sábado de una marina en Cayo Hueso., tras varias horas de retraso y el barco insignia del grupo, "Democracia", llevó fotos de los disidentes Oswaldo Payá Sardiñas y Harold Cepero, quienes murieron en un accidente de tránsito en julio, en Cuba.

La salida de las embarcaciones se demoró porque al existir buen clima, eso les permitió navegar más rápido hacia la zona y "no pasar mucho tiempo frente a las costas cubanas para evitarnos cualquier conflicto (con el Gobierno cubano)".

Antes de zarpar, los guardacostas de Estados Unidos inspeccionaron los barcos en la marina Key West Blight.