Francisco no logra evitar lectura política de visita a Tierra Santa

La visita de tres días del papa Francisco a Jordania, los territorios palestinos e Israel marca el 50 aniversario de un encuentro histórico entre los entonces líderes de las iglesias católica romana y ortodoxa griega, el papa Pablo VI y el patriarca de Constantinopla Atenágoras.

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La canonización de los Papas Juan Pablo II y Juan XXIII coincide con el primer año del Papa Francisco al frente de la iglesia católica.

Casi un milenio después de que la cristiandad occidental y oriental se separaran en lo que se conoce como el Gran Cisma en 1054, los dos se abrazaron en Jerusalén en 1964 y levantaron las excomuniones mutuas que se habían impuesto entre ambas iglesias.

Este domingo 25 de mayo, el papa Francisco y el patriarca de Constantinopla, Bartolomeo, se abrazarán en el mismo lugar en la Iglesia del Santo Sepulcro, construida sobre el monte en el que según la Biblia fue crucificado Jesús.

El Vaticano considera que el encuentro será uno de los momentos más importantes de la visita del Sumo Pontífice a Tierra Santa, su segundo viaje al extranjero desde que fue nombrado papa. "Eligió conmemorar un evento muy importante" y "renovar esa iniciativa" de reconciliación, señaló el padre David Neuhaus, un portavoz del Vaticano en Jerusalén.

Francisco aprovechará además para brindar palabras de aliento a las minorías cristianas de Cercano Oriente; usará su autoridad moral para llamar a la paz a palestinos e israelíes y apoyar el diálogo interreligioso.

En un gesto que el Vaticano calificó de "formidable", estará acompañado por un rabino y un líder musulmán, amigos personales de cuando era conocido como Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires.

Pablo VI fue el primer papa en visitar Tierra Santa. Con la relación entre Israel y el Vaticano inicialmente tensa, la segunda visita no se concretó hasta 2000, cuando viajó Juan Pablo II. Francisco será el cuarto después de la peregrinación de ocho días de Benedicto XVI en 2009.

La visita marca también los 20 años desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre Israel y el Vaticano.

Al igual que en los casos anteriores, la Iglesia se ha empeñado en dejar claro que la gira no tiene ningún contenido político, sino que constituye una peregrinación espiritual para el líder de los 1,200 millones de católicos romanos del mundo. Pero en Cercano Oriente hasta el más mínimo gesto es político.

Por eso, los palestinos celebraron la decisión inédita del Vaticano de volar directamente a Cisjordania desde Jordania, para continuar luego viaje a Israel. Y el hecho de que el Vaticano se refiere al "Estado Palestino" en el programa oficial.

"El Vaticano respeta el nuevo estatus de Palestina como Estado", opinó Yusef Daher, un palestino cristiano que dirige el Centro Intereclesiástico en Jerusalén (JIC, por sus siglas en inglés).

Una fuente cercana al equipo de gobierno israelí que prepara la visita papal dijo a dpa en condición de anonimato que Israel estaba decepcionado con ese lenguaje oficial y que había pedido al Vaticano que cambie algunos de estos términos.

Sin embargo, Neuhaus rechaza que haya sido así. "Honrar a los palestinos no es de ninguna manera un desprecio hacia Israel. El papa busca respetar a todos los países que visita, llevándoles un mensaje de justicia, paz y reconciliación".

Francisco llegará a Jordania el sábado, donde celebrará una misa en un estadio y visitará el lugar donde según la tradición fue bautizado Jesús. El domingo irá a Belén, donde se reunirá con el presidente Mahmud Abbas.

Ese mismo día se trasladará a Jerusalén para el encuentro ecuménico con Bartolomeo. El lunes estará dedicado a Israel, con encuentros con el primer ministro Benjamin Netanyahu y el presidente Shimon Peres.

El papa también acudirá al Muro de las Lamentaciones y al memorial del Holocausto Yad Vashem. No celebrará misa en territorio israelí, pero será el primer pontífice en visitar la tumba del fundador del movimiento sionista, Theodor Herzl, lo que es visto como un gesto hacia el Estado judío.

En tanto, la gente de a pie siente curiosidad por ver qué hace el "papa impredecible". "Estamos ansiosos", sonríe Daher. "Esperamos que haya algunas sorpresas divertidas que enriquezcan nuestras vidas y nos den alegría". (DPA)