Los nominados al Pentágono y la CIA afrontan una difícil confirmación

Los nominados por el presidente estadounidense, Barack Obama, para dirigir el Pentágono y la CIA deberán enfrentarse a las críticas y la batalla política de Washington antes que a los desafíos presupuestarios, nuevos conflictos y estrategias globales.

00059675-original.jpeg

El presidente estadounidense, Barack Obama, junto a su consejero adjunto para Seguridad Nacional, John Brennan (d), nombrado nuevo director de la CIA y al exsenador republicano Chuck Hagel, tras nominarle como nuevo secretario de Defensa.

El exsenador republicano Chuck Hagel y el asesor presidencial sobre antiterrorismo John Brennan, nominados ayer por Obama para encabezar el Departamento de Defensa y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), respectivamente, serán los dos pilares de la estrategia de seguridad de Obama en su segundo mandato.

Pero antes tendrán que superar la batalla política de Washington y los recelos de los republicanos ante la llegada de Hagel, que durante sus años como senador fue en contra de la disciplina de su partido en asuntos como las sanciones a Irán y Cuba y tuvo duras palabras contra los grupos de interés proisraelíes, a los que acusó de "intimidar".

La Casa Blanca ha puesto en marcha su maquinaria de relaciones públicas para conseguir apoyos y dar a conocer al "verdadero Chuck Hagel", algo que podría haber ya dado resultados después de que el mayor grupo de presión proisraelí, el AIPAC, haya decidido no cuestionar pública y activamente su nominación para secretario de Defensa.

Otros oponentes al senador por Nebraska, como el grupo Emergency Committee for Israel, han comenzado una campaña de anuncios para atacar la tibieza de Hagel respecto a Irán, debido a que se opuso a las sanciones unilaterales contra el régimen de ese país.

El jefe de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, ha prometido una audiencia de confirmación "justa" en la Cámara alta, pero son de esperar preguntas incómodas para Hagel por las posturas y declaraciones del pasado.

Por otro lado, Hagel ha dicho que, como conocedor de la guerra -es veterano de Vietnam y ha sido condecorado por sus heridas y acciones heroicas-, se inclinará por un conflicto armado solo como último recurso, mientras que su principal lucha inmediata en el Pentágono será diseñar un plan de recortes de gasto en Defensa.

Reducir el gigantesco presupuesto de Defensa estadounidense, del que dependen industrias y comunidades enteras, será una tarea titánica, en la que también se tendrá que enfrentar a las resistencias del Congreso.

Para Brennan, por su parte, el proceso de confirmación para sustituir al general David Petraeus al frente de la CIA, tampoco será un camino de rosas, debido a que entre los progresistas se critica su papel en los polémicos ataques con aviones no tripulados mientras que entre los republicanos persiste el resquemor por los fallos que condujeron al ataque del consulado de Estados Unidos en Bengasi.

Hoy, el senador republicano Lindsey Graham sugirió retrasar la confirmación de Brennan si el gobierno no da información clara de lo sucedido el pasado 11 de septiembre en el ataque a la representación diplomática estadounidense en Libia, en el que falleció el embajador Chris Stevens y otros tres compatriotas.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, aseguró que sería una lógica "desafortunada" utilizar "el altamente politizado" asunto de Bengasi para bloquear el nombramiento de Brennan, que deberá tomar las riendas del espionaje de Estados Unidos en un tiempo especialmente turbulento.

Brennan, cerebro de la operación que dio muerte al líder de Al Qaeda, Osama bin Laden, y un cercano asesor de Obama en temas de terrorismo, vinculado durante unos 25 años a la CIA, llega a la cúpula del espionaje estadounidense con la misión de darle un nuevo rumbo.

Tras el escándalo amoroso de Petraeus, la agencia debe retomar el rumbo ante la inestabilidad en Oriente Medio, con las tensiones entre Irán e Israel cada vez más cerca del estallido y el conflicto sirio amenazando con desestabilizar toda la región, así como la emergencia de Al Qaeda del Magreb Islámico en Mali.

Obama ha delineado para su segundo mandato un equipo de veteranos que han transitado entre los republicanos, como el caso de Brennan, que no fue nombrado director de la CIA en 2008 por su papel en el diseño de los llamados "interrogatorios reforzados", como el ahogamiento simulado, los cuales han sido calificados de tortura.

Aunque Brennan ha renegado de las técnicas usadas en la época de George W. Bush, el senador republicano John McCain, crítico con aquellos interrogatorios, ha prometido suscitar "las muchas preguntas y preocupaciones" acerca del pasado del nominado.

La hoja de servicio y experiencia antiterrorista de Brennan será de ayuda en su proceso de confirmación, aunque muchas organizaciones de derechos humanos lo critican por ser uno de los promotores de los ataques con aviones no tripulados en Pakistán y Yemen.

Estos ataques a distancia han asestado un duro golpe a Al Qaeda, pero suscitan dudas sobre el uso de este aséptico método para dar muerte a personas sin juicio previo y en territorio soberano de otro país.