Los Países Exportadores de Petróleo restan importancia al vertido en el golfo de México

La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) restó hoy importancia al derrame de combustible de la petrolera British Petroleum (BP) en el Golfo de México y pidió prudencia hasta que concluya el estudio que aclare lo ocurrido.

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El secretario general de la OPEP, Abdalla Salem El-Badri; el ministro iraní de Petróleo, Massoud Mir Kazemi, y el comisario europeo de Energía, el alemán Günther Oettinger, en la sede de la Comisión Europea, en Bruselas.

No hemos venido aquí para condenar a BP por un incidente", afirmó en Bruselas el secretario general de la OPEP, Abdalla Salem El-Badri, al término de su encuentro anual con la Unión Europea.

"No puedo admitir que BP nos haya dado mala reputación", añadió Salem El-Badri, quien afirmó que habrá que esperar a que concluya la investigación para determinar si el vertido -al que se refirió como "algo que puede pasar"- se debió a un error humano, a un fallo en el diseño de la plataforma o a otra causa.

Más tajante se mostró el comisario europeo de Energía, el alemán Günther Oettinger, quien aseguró que se tomarán "todas las medidas necesarias para mejorar la seguridad" y animó a poner en marcha las tecnologías más avanzadas y a reforzar la cooperación entre todos los actores implicados.

"Nuestros ciudadanos no deben temer la producción de petróleo en plataformas marítimas", señaló Oettinger y anunció que se reunirá en dos semanas con las petroleras del Mar del Norte para obtener más respuestas sobre cómo evitar que se produzca en Europa un desastre como el del Golfo de México.

"Hay que comparar la situación en el Golfo de México y el Mar del Norte, aunque existen diferencias", afirmó y aseguró que la UE quiere potenciar el "control y la prevención".

La UE y la OPEP dedicaron parte de su reunión anual a analizar los avances logrados en el diálogo bilateral que mantienen desde 2004 para impulsar las relaciones entre productores y consumidores en el contexto actual de crisis económica.

Ambas partes se comprometieron a seguir trabajando para lograr mercados más estables y transparentes, así como para crear el contexto adecuado con vistas a fomentar la inversión en el sector.

La Unión compra cerca del 37 por ciento del petróleo que consume a la OPEP y se declara consciente de que los combustibles fósiles seguirán cubriendo la mayor parte de las necesidades energéticas mundiales.