En la presentación ante el cuerpo diplomático acreditado en México de la Carta Universal de Deberes y Obligaciones de las Personas, creada por académicos, intelectuales y sociedad civil mexicana, dijo que el documento es una contribución humanista a la visión que se tiene del ser humano de este siglo.
Se trata, explicó, de una carta cívica mundial que complementa desde una perspectiva ciudadana los derechos que fueron reconocidos por primera vez a nivel regional a través de la Declaración Interamericana de los Derechos y Obligaciones y de la Declaración Universal de Derechos Humanos adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Afirmó que el documento que presenta la sociedad mexicana toma gran fuerza porque con la participación activa y el compromiso de los ciudadanos, se busca actualizar los conceptos como la dignidad, la justicia y la igualdad.
“Ningún derecho podrá subsistir sin la simetría de los deberes que le corresponde, con la misma vehemencia y la fuerza con que reivindicamos nuestros derechos, reivindiquemos también el deber de nuestros deberes”, abundó Cabañas Izquierdo.
La iniciativa de 23 artículos que hoy se presenta a los miembros del cuerpo diplomático acreditado contó con la participación de académicos, literatos, filósofos, científicos, y empresarios de México, España, y Portugal.
Durante dos años, se concibió la carta que en diciembre pasado fue presentada al canciller Luis Videgaray Caso para buscar el apoyo y presentar el documento ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
A su vez, el coordinador de Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Alberto Vital Díaz, dijo con esta iniciativa “se busca cultivar y proteger los valores que nos permiten ser más libres y responsables en nuestras sociedades contemporáneas”.
En los 23 artículos, la carta sugiere llevar a cabo una serie de acciones personales, públicas, empresariales y colectivas para transformar la sociedad global en una responsable, solidaria, segura y libre.
Los artículos abarcan desde temas de no discriminación, respeto a la vida, integridad, autonomía mental y corporal, libertad ideológica y religiosa, la libertad de expresión e información, hasta el respeto a la intimidad, la veracidad de la información, la participación responsable, y el respeto al hábitat de los otros seres vivos, entre otras.
“Por consiguiente, exigir y cumplir, cumplir y exigir debe ser la consigna que impere en nuestro entorno social del siglo 21, nueva conducta que nos conduzca a una mejor convivencia en un mundo sostenible y sustentable en la armonía en el que todos debemos y deseamos”, puntualizó.