Tropas nigerianas dispersan a los manifestantes en Lagos

Soldados nigerianos desplegados en la capital económica, Lagos, dispersaron hoy a los manifestantes que se dirigían a diversas concentraciones convocadas con motivo de la huelga por el alza de precios de carburantes.

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Tropas nigerianas dispersan a los manifestantes en Lagos

Los soldados amenazaron a los asistentes con sus armas en alto, aunque, según manifestaron testigos, no utilizaron la fuerza ni abrieron fuego.

"La situación podría empeorar, ya que hay una gran tensión. Los manifestantes están furiosos y podrían enfrentarse a los soldados", dijo uno de los participantes a EFE.

Las autoridades nigerianas desplegaron hoy centenares de tropas y tanques en la capital económica, Lagos, pese al anuncio de los sindicatos de que cesarían las protestas callejeras durante la segunda semana de huelga por la subida de la gasolina.

A primera hora, centenares de soldados fueron enviados al parque Gani Fawehinmi (bautizado por los manifestantes como el "Parque de la Libertad") en Ojota, a las afueras de Lagos, donde desde el comienzo de la huelga se han venido concentrando cientos de miles de nigerianos en un ambiente reivindicativo festivo.

El Ejército colocó también tanques en puntos estratégicos alrededor del parque y se instalaron controles policiales en los accesos a la zona, con la intención de impedir las concentraciones.

Las tropas ocuparon también otras partes de la ciudad, incluidas la Milla 12, Pen Cinema y Falomo.

Yinka Odumakin, portavoz de la plataforma civil Salvemos Nigeria, promotora de las protestas en Lagos, confirmó a el despliegue militar.

"Este despliegue demuestra que Nigeria ha descendido a una situación dictatorial", afirmó Odumakin, quien se preguntó por qué un presidente democráticamente electo debe recurrir a los soldados para evitar manifestaciones pacíficas.

Odumakin explicó que la plataforma está estudiando la situación y dará instrucciones a sus seguidores en consecuencia.

La medida se produce el mismo día en que el presidente Goodluck Jonathan anunció una rebaja del precio de la gasolina con el fin de apaciguar la protesta, que la semana pasada causó al menos tres muertos (15 según la prensa local) en enfrentamientos entre manifestantes y la Policía.

La oferta del Gobierno no logró evitar la continuación de la huelga, aunque sí el compromiso de los sindicatos mayoritarios de suspender las protestas callejeras.

Goodluck Jonathan solicitó el cese de las movilizaciones a los convocantes esgrimiendo informes de que, supuestamente, personas ajenas a la huelga están instrumentalizando las concentraciones.

El Presidente anunció hoy un recorte en el precio de la gasolina de los 141 nairas (0,9 dólares EEUU.) por litro a 97 nairas (0,6 dólares), tras un tercer encuentro con los sindicatos, que reclaman la vuelta a los 0,4 dólares por litro.

Como reacción a la decisión del gobierno, el presidente del Congreso del Trabajo de Nigeria (NLC), Omar Abdulwaheed, dijo a los periodistas que "la huelga continúa. Hemos prorrogado la orden de permanecer en casa y no habrá protestas en las calles (a partir del lunes) a fin de no poner en peligro vidas inocentes".

Dos rondas previas de conversaciones, el jueves y el sábado pasado, no lograron poner fin a la huelga, que ha causado violentos disturbios durante la pasada semana.

La decisión de retirar el subsidio a los carburantes anunciada por el Gobierno en Año Nuevo ha provocado que el precio de la gasolina se dispare, con el consecuente aumento del coste de la gran mayoría de productos y servicios, en especial del transporte.

La huelga ha aumentado aún más la crispación en el país, sacudido en las últimas semanas por la violencia religiosa entre musulmanes y cristianos, que ha causado decenas de muertos.

Con más de 150 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.