A los acordes de una marcha oposición turca piensa vencer a Erdogan

Turquía decidirá el próximo domingo 16 si mantiene su régimen parlamentario o transita al presidencialista, posibilidad que ha alertado a varias capitales que ven en riesgo los valores que ha seguido este país.

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Por lo pronto los opositores a que cambie el régimen que data de octubre de 1923, difunden su preferencia cantando y bailando la Marcha de Esmirna, nombre de un puerto turco en el Mar Egeo.

Esa marcha, con tres versiones diferentes compuestas por el pianista Fazil Say, se ha convertido en simbolo de secularismo, libertad y del sistema parlamentario del fundador de la República, Atatürk, señaló un reporte de Euronews.

La decisión será tomada por los ciudadanos turcos en un referéndum, que para aquellos que viven en 57 países comenzó desde el 27 de marzo y terminó el domingo nueve de abril.

El sexto referéndum en el marco de la Constitución de 1982 se efectuará bajo el estado de emergencia instaurado tras el atentado en Estambul la madrugada de Año Nuevo que mató a 39 personas.

En total se pondrán a juicio ciudadano 18 enmiendas, el mayor número de cambios desde la creación de la República de Turquía en 1923, recordó la International Foundation for Electoral Systems (IFES).

Los principales cambios son la introducción de una presidencia con poderes ejecutivos que reemplazaría al actual sistema parlamentario, así como la abolición del primer ministro y su gabinete.

Tanto la elección del titular de la presidencia como del nuevo órgano legislativo, que pasaría de los actuales 550 a 600 escaños, serían simultáneas y cada cinco años.

Además, las atribuciones del presidente sobre la Corte Supema y los fiscales aumentarían.

En terminos amplios, los favorecedores del cambio subrayan que se contribuiría a la estabilidad política pues el poder político se consolidaría.

En contraste, los opositores advierten que aumentar los poderes presidenciales podría dañar la separación de poderes y amenazar la independencia del sistema judicial.

Los elementos de este referéndum formaron parte de la plataforma electoral del actual presidente Recep Tayyip Erdogan, y originalmente eran 21 enmiendas, pero el Comité Parlamentario Constitucional las redujo a 18.

Entre las opiniones adversas a las reformas figura la de la Comisión de Venecia, órgano consultivo del Consejo de Europa, para la cual podría no seguirse el modelo de un sistema presidencial democrático basado en la separación de poderes.

En lugar de un sistema presidencial democrático, podría correrse el riesgo de que degenerará en un sistema presidencialista autoritario, dijo en su dictamen liberado a mediados del pasado mes de marzo.

Recordó que el actual parlamento turco aprobó la redacción de las enmiendas que serán llevadas a referéndum cuando varios diputados de oposición estaban encarcelados.

Por su parte el departamento estadunidense de Estado, a principios de esta semana, pidió a las autoridades turcas asegurar la libertad política, la libertad de expresión y la independencia del poder judicial.

Las habituales encuestas que toman el pulso preelectoral esta vez se han visto dificultades debido al estado de emergencia que vive Turquía desde el inicio de año, advirtió por su parte el británico Financial Times.

Bajo el estado de emergencia, miles de personas, incluyendo respetados periodistas, han sido arrestados o despedidos de su trabajo, acciones que se suman a las tomadas tras el fallido golpe de Estado de julio de 2016.

Con esa advertencia, Financial Times dijo que la opción por aprobar los cambios tiene alrededor de 53 a 54 por ciento de preferencia, pero en realidad, sería más acertado lanzar una moneda al aire.

Por su parte Kemal Kılıçdaroğlu, líder del opositor Partido de la Gente Repúblicana, aseguró que en Estambul, la ciudad turca más habitada, el rechazo a las enmiendas suma 53 por ciento de intención de voto.

En tanto, un adelanto de lo que podría traer la aprobación de las enmiendas constitucionales lo dio el propio presidente Erdogan la víspera, al anunciar que de pasar las modificaciones, propondría la reinstauración de la pena de muerte.

Esa sanción, que no se ha aplicado desde 1984, fue abolida en 2004 como parte de las negociaciones para el ingreso de Turquía a la Unión Europea, proceso virtualmente congelado a la fecha.

La reinstalacion de la pena de muerte regresó al debate público tras el fallido intento de golpe de Estado del pasado 15 de julio, y su retorno fue exigido en las manifestaciones en apoyo al mandatario, recordó el Hurriyet Daily.

Fuente: Notimex