Así lo declaró Geert Cappealare, director regional de UNICEF, en un comunicado en el que destacó que los bombardeos indiscriminados han matado a decenas de civiles y obligado a otros a permanecer encerrados en sus hogares.
Los precios de los alimentos se han disparado a niveles cinco o diez veces más altos que en Damasco, la capital del país, y la escasez crónica de agua está forzando a las familias a calmar la sed en el río Éufrates, exponiendo a los niños al riesgo de enfermedades.
Cappealare también destacó que los bloqueos militares amenazan la nutrición de los infantes sirios, que ya de por sí es deplorable.
"UNICEF exhorta a todas las partes del conflicto en Siria a levantar de inmediato todos los bloqueos y a permitir un acceso sin obstáculos a los niños en Deir Ez Zor y en las 15 áreas cercadas en todo el país", dijo Tamara Kummer, especialista en comunicaciones de ese organismo de la ONU.
La guerra en Siria, que comenzó hace más de 5 años, ha afectado hasta el momento a 8 millones de niños.