Las informaciones, pendientes de confirmación, señalan que unas 30 personas habrían fallecido en el barrio de Al-Sakhani y que una familia de ocho desplazados internos sufrió el mismo destino en otra zona de la ciudad.
Dujarric añadió que los constantes bombardeos de los últimos días y semanas han provocado decenas de muertos y heridos en Raqqa, un enclave donde se calcula que continúan atrapadas unas 25.000 personas.
Naciones Unidas deploró los ataques e instó a todas las partes involucradas en el conflicto a tomar todas las medidas posibles para proteger a los civiles y a la infraestructura civil.