Al Asad cumple 20 años en poder sin celebraciones y en medio de una gran crisis económica

El presidente de Siria, Bachar al Asad, cumple este viernes 20 años en el poder tras tomar las riendas de su padre sin ninguna celebración en el país y en medio de una de las peores crisis económicas desde que ocupa el cargo.

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El día de hoy no ha sido declarado festivo en Siria y desde que comenzó el conflicto en 2011 no ha habido ningún tipo de ceremonia para conmemorar la fecha en la que Al Asad, de 54 años, tomó el poder en el país árabe en el año 2000 después de que su padre Hafez, que gobernó durante tres décadas, falleciera el 10 de junio de ese año, informó hoy a Efe una fuente oficial siria.

Un mes después de la muerte de Hafez se llevó a cabo un referéndum para votar por Bachar, oftalmólogo y educado en el Reino Unido, como nuevo presidente y enmendar la constitución para que así pudiera gobernar con 34 años, ya que la edad límite estaba fijada anteriormente en 40 años.

La ausencia de celebraciones también se produce en el marco de una de las peores crisis económicas que sufre Siria desde el inicio del conflicto, que años después tornó en una guerra con múltiples potencias internacionales en el terreno.

Siria devaluó su moneda local en un 44 % el mes pasado, acorralada por la comunidad internacional tras las últimas sanciones: la Ley César estadounidense, que de nuevo tiene como objetivo a Al Asad y, por primera vez, a su mujer Asma, además de otras figuras y aliados internacionales, como Rusia e Irán, que invierten en la reconstrucción del país devastado.

Esta crisis ha tenido un reflejo en la política interna, ya que el primer ministro Imad Khamis, que ocupaba el cargo desde 2016, fue destituido el pasado 11 de junio, un mes después de que el ministro de Comercio, Atef Naddaf, también fuera retirado de su cargo.

En ambas decisiones, emitidas por Al Asad, no se ofrecieron motivos sobre las destituciones.

En dos días se celebran en Siria las elecciones parlamentarias y el año que viene están previstas las presidenciales en las que Al Asad, que ha abierto la puerta a la oposición, parte igualmente como favorito para ser reelegido.