En la sesión constitutiva coincidieron factores muy especiales. La imagen del día era Merkel observando desde fuera del plenario, tras 30 años como diputada y casi 16 como canciller.
Entre votación y votación, las cámaras captaban a Scholz en la primera fila de su grupo parlamentario, el mayor en tanto que fuerza más votada en las elecciones del 26 de septiembre, hablando con sus futuros socios o potenciales ministros.
El siguiente protagonista era el ya ex-presidente del Bundestag, el conservador Wolfgang Schäuble, al que correspondió abrir la sesión en tanto que diputado más veterano de la cámara, donde ingresó en 1972.
La apertura de cada legislatura suele ir a cargo del diputado de más edad. En esta ocasión habría sido el ultraderechista Alexander Gauland, con 80 años, uno más que Schäuble. Pero se optó por cambiar el criterio de la edad por el de veteranía, entre protestes de Alternativa para Alemania (AfD), el partido de Gauland.
Schäuble apeló en su discurso a reformar la ley electoral, que hace que el Bundestag "crezca" legislatura tras legislatura por los llamados escaños adicionales. El nuevo Parlamento ha pasado de los 709 diputados de la anterior legislatura a 736 en ésta, un récord histórico, que convierte la cámara en inmanejable y cara.
MÁS DIPUTADAS, PERO LEJOS DE LA PARIDAD
El nuevo Bundestag es algo más joven -la media de edad bajó a los 47.5 años- y el porcentaje de diputadas se sitúa en el 35 %, frente al 31 % de la pasada legislatura, pero un punto y medio menos que en la de 2013.
Entre los nuevos rostros del parlamento federal acaparaban la atención mediática la verde Awet Tesfaiesus, primera diputada negra de la cámara, así como su correligionaria Emilia Fetser, la más joven, con 23 años.
Con Bas en la presidencia y cuatro de las cinco vicepresidencias ocupadas por mujeres -la socialdemócrata Aydan Özoguz, la conservadora Yvonne Magwas, la verde Claudia Roth y la izquierdista Petra Pau- se garantiza una presencia femenina más que notable. Un único hombre, el liberal Wolfgang Kubicki, completa el gremio.
Bas es la tercera mujer que preside un Bundestag, tras la asimismo socialdemócrata Annemarie Renger, entre 1972 y 1976, y la conservadora Rita Süssmuth, entre 1988 y 1998.
LA PRÓRROGA DE MERKEL
La imagen de Merkel en la tribuna era una cuestión formal, ante su protocolaria despedida oficial como jefa del Gobierno por el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, tras lo que quedará como canciller en funciones esta misma tarde.
Merkel y sus ministros volverán a la bancada del gobierno en el Parlamento hasta la formación del siguiente ejecutivo. Entro ellos estará, obviamente, el vicecanciller y ministro de Finanzas, Scholz, quien en paralelo negocia la siguiente coalición.
Su toma de posesión se prevé para la primera semana de diciembre. Merkel no alcanzará así el récord de permanencia de Helmut Kohl, ya que para superarle debería seguir en el puesto el 17 de diciembre.
SCHÄUBLE, OTRO FIN DE UNA ERA
La despedida de Schäuble como presidente del Bundestag supone otro fin de una era, tras haber estado durante décadas en puestos de máxima relevancia y marcado el discurrir político del país.
Sus compatriotas le identifican con el espíritu de la superación desde que en 1990 quedó en silla de ruedas, a raíz de un atentado de un enajenado. Era por entonces ministro del Interior de Kohl y había sido el arquitecto del Tratado de Unidad que entró en vigor ese año.
Su carrera política dio otro un vuelco en 1999, al quedar salpicado por el escándalo de financiación irregular bajo Kohl. Volvió a la vanguardia política como ministro del Interior y luego de Finanzas de Merkel, para convertirse en puntal del dogma de la austeridad.
La decisión de mantener su escaño topa con la posición de otros conservadores que se han retirado para favorecer la renovación. Pero Schäuble parece decidido a perpetuarse más allá de la "era Merkel·.
LA ULTRADERECHA, ARRINCONADA
La AfD, primera fuerza de la oposición con la última legislatura, quedó ahora relegada a la penúltima posición entre los grupos parlamentarios, sin el discurso inaugural y, además, sin vicepresidencia.
Ya en la anterior legislatura, la AfD vio fracasar todos sus intentos por lograr que uno de los suyos fuera elegido para uno de los puestos. En esa situación seguirán, ya que tampoco prosperó ahora su aspiración a una de las vicepresidencias.
"El Bundestag no es lugar para la destructiva propaganda de la AfD", justificó su rechazo diputado de la Unión Cristianodemócrata (CDU) Steffan Müller, en una intervención ante el plenario.
Gemma Casadevall