“A nivel mundial, 28 millones de niños han sido desarraigados por conflictos, expulsados de sus hogares por la violencia y el terror. Ellos necesitan nuestro apoyo”, subrayó el organismo.
Agregó que “las necesidades de los refugiados nunca han sido mayores que ahora”.
“Unicef se ha comprometido a continuar su trabajo con los gobiernos y otros socios de todo el mundo para ayudar a los niños más vulnerables en todas partes, desde Siria y Yemen, hasta Sudán del Sur”, indicó, en referencia a tres de los países sancionados por Trump.
“Estados Unidos tiene una larga y orgullosa tradición de proteger a los niños que huyen de la guerra y la persecución. Confiamos en que este apoyo continuará y que las medidas recientes resultarán ser temporales”, concluyó Unicef.
El presidente Trump ordenó el viernes pasado suspender el ingreso de personas provenientes de Irán, Irak, Libia, Siria, Sudán, Somalia y Yemen.