Aaron McLear, vocero de Schwarzenegger, dijo que "el gobernador ha dicho desde enero que no va a firmar un presupuesto que no incluya reformas".
En declaraciones sin precedentes, el gobernador dijo la víspera en rueda de prensa en Los Angeles que "si no obtengo todas las cosas que necesitamos, no voy a firmar el presupuesto y de hecho podría quedarse sin firmar hasta que el próximo gobernador ocupe el cargo" en enero.
Las demandas del gobernador son, en síntesis, balancear un nuevo déficit de 20,000 millones de dólares únicamente con recortes presupuestales y evitar aumentos de impuestos, además de reducir un porcentaje a las pensiones de trabajadores estatales jubilados.
Han pasado seis semanas desde que el presupuesto estatal debió aprobarse, el estado corre nuevamente riesgo de tener que usar pagarés para cubrir sus gastos y para balancear las cuentas Schwarzenegger ordenó que unos 238 mil empleados públicos ganen sólo el salario mínimo.
El presidente del Senado de California, Darrel Steinberg, dijo esperar que las declaraciones del gobernador sean un exabrupto personal, pero reconoció que durante su carrera política nunca había conocido de una amenaza similar.