¿Avanza el mundo hacia una nueva guerra fría?

Decir que se perfila una "guerra fría" entre democráticos y autoritarios es quizá "exagerado", pero las recientes sanciones europeas a cuatro altos funcionarios chinos y una entidad, con las inmediatas represalias de Pekín, marca "el inicio concreto de una dinámica de confrontación" que "se venía venir" y que se materializa en un frente común entre China y Rusia.

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Es la lectura de un alto cargo de la Unión Europea al acercamiento entre Pekín y Moscú para tratar de contrarrestar las presiones de Estados Unidos y las sanciones de la UE, seguidas por EE.UU, Canadá y el Reino Unido, por violaciones de derechos humanos a la minoría a los uigures en la región autónoma china de Xinjian.

"Honestamente", reconoce la fuente, en Bruselas causó sorpresa la "rapidez", "intensidad" y "contundencia" de la respuesta China, que contraatacó con restricciones similares a diez europeos, la mitad eurodiputados críticos con Pekín, y cuatro entidades, entre ellas un comité de la Eurocámara, en un "ataque a la libertad de expresión".

CHINA Y RUSIA

En cualquier caso, la piña hecha por Moscú y Pekín marca un "desencuentro importante" entre el bloque democrático y el autoritario, que básicamente son los antiguos comunistas, según la fuente, cuya lectura es que se está concretando una dinámica que se veía venir, pero que las recientes sanciones europeas a funcionarios chinos, pero también a rusos, han acelerado, al actuar como la gota que provoca el "desbordamiento que moja el tablero" geopolítico.

Y "no son pequeños reajustes" a escala global, advierte la fuente europea, a la que no le entusiasma esta "dinámica confrontacional" en la que "vamos las democracias por un lado y los autoritarios por otro enseñándonos los dientes", ya que es "peligrosa".

El acercamiento de Moscú y Pekín se venía "incubando" desde hace tiempo, ya que Rusia cada vez está más en manos de China, pues los estándares tecnológicos son cada vez más los chinos los que se imponen y Rusia sabe que Europa dejará de comprarle gas a medio plazo, por lo que tiene que buscarse un cliente alternativo y el único que hay con entidad suficiente es China.

Esa aproximación, reflexiona la fuente, no se ha producido en 24 horas como consecuencia de las sanciones, ya estaba forjándose, aunque en una dinámica muy desigual y económicamente muy desequilibrada: China es el 20% del PIB mundial y Rusia, el 3%.

Aunque con diferente nivel de intensidad, las relaciones con China y Rusia serán abordadas en la cumbre por videoconferencia de jefes de Estado y de Gobiernos de mañana y el viernes, y a la que asistirá este jueves el presidente de EE.UU, Joe Biden, quien quiere estrechar lazos con los líderes de la UE y fortalecer la cooperación entre Bruselas-Washington frente a Pekín-Moscú, dijo la Casa Blanca.

Pese a apoyar la cooperación con la Administración Biden, la fuente europea rechaza que la UE sirva de "muleta" a EE.UU frente a China y apoya la "doctrina Sinatra", es decir, que los Veintisiete se relacionen con la potencia asiática "sin hacer seguidismo".

En lo que considera una "dinámica innovadora", la fuente destaca que el mundo anglosajón ha sido el que, por una vez, ha seguido a la UE en las sanciones a China, sin olvidar que Bruselas en diciembre firmó un acuerdo de inversiones con China que generó malestar en el equipo de Biden, y cuya ratificación dependerá de "cómo evolucione" la situación tras las sanciones, según una portavoz comunitaria.

TURQUÍA

También figura en la agenda de la cumbre de mañana Turquía, inmersa en una crisis política y financiera tras varias medidas tomadas a golpe de decreto por el presidente, Recep Tayyip Erdogan.

Pese a que los problemas que han enturbiado las relaciones con la UE siguen "en el congelador", Turquía espera compromisos concretos de la UE, especialmente en materia migratoria.

Con Turquía "hay que entenderse" porque la UE no puede estar "enfadada con todos los que tiene a su alrededor", según la fuente, que aprecia "una aparente voluntad de llegar a soluciones" por parte de Ankara y que Bruselas va a medir por su evolución política interna, por como avanzan las negociaciones en Chipre, que empiezan en abril, por como va con Grecia -el próximo día 14 hay una visita ministerial griega a la capital turca- y como se comporta en Libia.

IRÁN

Otra pieza fundamental en el tablero geopolítico es Irán, según la fuente, que aboga por que ese país y Estados Unidos retornen al acuerdo atómico conocido como JCPOA en sus siglas en inglés antes de las próximas elecciones en las que augura una victoria de radicales, ya que las sanciones estadounidenses de la etapa Trump han llevado a Irán a una situación humanitaria y económica "malísima".

A los europeos, que durante este tiempo han logrado mantener vivo el acuerdo nuclear "con muchas cataplasmas", les interesa "invertir" en ese objetivo para rebajar la tensión en la región y de rebote ayudar al proceso de paz en Oriente Medio, concluye la fuente.