Biden cierra su visita a Irlanda con un emotivo viaje a sus orígenes celtas

El presidente estadounidense, Joe Biden, concluye este viernes su visita de tres días a Irlanda con una última parada en el condado de Mayo (oeste) para reunirse con algunos de sus primos lejanos y ahondar en sus raíces celtas.

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El presidente de EE.UU., Joe Biden, en el Castillo de Dublín. EFE/EPA/TOLGA AKMEN

El evento central de la jornada será el discurso público que efectuará ante la catedral de Ballina, la localidad desde la que emigró a Estados Unidos su trastatarabuelo Edward Blewitt a mediados del siglo XIX para huir de la Gran Hambruna irlandesa (1845-1849).

Se espera que miles de personas se den cita en las calles de esa pequeña localidad para escuchar al mandatario demócrata, en su último gran baño de multitudes antes de regresar hoy de madrugada a Washington.

El Air Force One tiene previsto aterrizar hacia el mediodía en el aeropuerto de Irlanda Oeste, desde donde Biden se desplazará al Santuario de Knock, un importante lugar de peregrinación católica en el que dispondrá de un momento de privacidad para rezar, según ha avanzado la Casa Blanca.

Después visitará el Centro de Estudios Genealógicos del Norte de Mayo para indagar en la historia de sus antepasados con expertos de su unidad de investigación, que trabajan con personas de todo el mundo para explorar sus conexiones con este condado, uno de los principales puntos de la emigración irlandesa.

En Ballina, Biden se reunirá con sus familiares, a quienes ya visitó en anteriores viajes a Irlanda en 2016 y en 2017, y con los que se mantiene en permanente contacto, hasta el punto que son invitados a la Casa Blanca durante las festividades de San Patricio, el patrón de Irlanda.

El presidente cerrará esta emotiva gira con el discurso ante la Catedral de San Muredach, que también ocupa un lugar muy importante en su historia como americano-irlandés y desde donde volverá a efectuar una llamamiento por la paz, al cumplirse 25 años del acuerdo del Viernes Santo, que puso fin al conflicto en la isla.

Según ha explicado la Casa Blanca, Edward Blewitt vendió a la catedral unos 27,000 ladrillos en 1827 y, con el dinero que consiguió, pudo comprar los boletos con los que la familia emigró a Estados Unidos años más tarde, en 1851.

Esos ladrillos, además, sirvieron para construir la majestuosa catedral, por lo que se espera que Biden quizá será obsequiado con uno de los originales.