"Putin eligió esta guerra, y ahora él y su país sufrirán las consecuencias", afirmó Biden en un discurso en la Casa Blanca.
Al anunciar nuevas sanciones contra cuatro bancos rusos, Biden no descartó que pueda imponer restricciones próximamente al propio Putin, al que describió como "un agresor" y un "tirano" que desea conseguir "un imperio a toda costa".
"La agresión de Putin contra Ucrania acabará costándole caro a Rusia, económica y estratégicamente. Nos aseguraremos de eso", recalcó.
Biden dijo que ahora mismo hay "una ruptura completa" en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, aunque, preguntado por si el mundo vive una nueva Guerra Fría, dijo que "depende".
"La vasta mayoría del mundo está en oposición total a lo que está haciendo (Putin), desde Asia a Suramérica, pasando por Europa y el resto del mundo. Va a ser un día frío para Rusia, no hay mucha gente que esté saliendo a defenderle", indicó.
"Cuando se escriba la historia de esta era, la decisión de Putin de lanzar una guerra totalmente injustificada contra Ucrania habrá dejado a Rusia más débil y al resto del mundo más fuerte", recalcó el mandatario.
Añadió que las acciones del presidente ruso dejan clara su "visión siniestra del futuro del mundo", en la que "las naciones toman lo que quieren a la fuerza".
"Su ambición va mucho más allá de Ucrania. Quiere, de hecho, restablecer la Unión Soviética. De eso se trata todo esto", opinó.
Subrayó que ese objetivo es "completamente contrario" a las ideas del resto del mundo y pronosticó que Putin no podrá "extinguir" la democracia y la dignidad humana.
"La libertad prevalecerá", insistió Biden, antes de confirmar que no tiene "ninguna intención" de hablar telefónicamente con Putin.
El mandatario reiteró que las tropas estadounidenses no se implicarán en un combate en Ucrania, pero sí "defenderán el territorio de la OTAN" si es necesario.