Blackberry y su principal socio Fairfax Financial tenían un plazo para llegar a un acuerdo de seis semanas, que concluía hoy. Sin embargo, al final optaron por frenar la venta.
Su CEO Thorsten Heins, que prometió un nuevo comienzo para la empresa de telefonía móvil, dejará la empresa.
"Heins dimitirá como consejero delegado y John Chen asumirá las funciones de consejero delegado interino hasta que se complete la búsqueda de un nuevo máximo ejecutivo", indicó la multinacional desde su sede en Waterloo, cerca de Toronto.
"El anuncio de hoy representa un importante voto de la confianza en Blackberry", explicó la jefa de administración, Barbara Stymiest.
Sin embargo, los inversores lo ven de otra manera y las acciones de la empresa cayeron cerca de un 19 por ciento justo después del anuncio.
Blackberry marcó el negocio de los smartphones en sus inicios, pero desde la presentación del iPhone en 2007 comenzó su decadencia. La empresa canadiense rechazó las pantallas táctiles y pensó que las empresas nunca rechazarían los aparatos móviles con teclado.