Boeing hará efectivas 2,500 bajas pactadas en la primera fase del recorte de su plantilla

Boeing tiene previsto anunciar esta semana unas 2,500 bajas voluntarias en lo que será la primera fase de su plan para recortar un 10 % de su plantilla en respuesta a la crisis del coronavirus SARS-CoV-2, según adelantó este miércoles The Wall Street Journal (WSJ).

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En esta primera etapa, las bajas se concentrarán en las plantas del área de Seattle (en la imagen) y, en concreto, en las operaciones de aviación comercial del gigante aeronáutico.

En su conjunto, el plan dado a conocer en abril contempla la reducción de unos 16.000 empleos, para lo que se usarán salidas voluntarias, pero también despidos si fuese necesario.

En esta primera etapa, las bajas se concentrarán en plantas del área de Seattle (Estados Unidos) y, en concreto, en las operaciones de aviación comercial del gigante aeronáutico, según indicó el WSJ, que cita a fuentes sindicales.

Ese recorte de unos 2.500 puestos será la primera gran reducción de plantilla que Boeing haga desde 2017, cuando recortó unos 1.500 empleos dentro de un plan para reducir gastos.

Según el diario, unos 1.300 miembros del principal sindicato de ingenieros de Boeing han solicitado la salida incentivada ofrecida por la empresa y sus peticiones han sido aceptadas, mientras que otro de los sindicatos notificó que unos 1.2000 miembros habían aceptado abandonar la compañía de forma voluntaria.

Además, varias empresas que suministran partes a las fábricas de Boeing en la zona de Seattle han dado a conocer recientemente recortes de plantilla.

Boeing anunció en abril que va a reducir la producción de varios de sus modelos de aviación comercial, incluido el accidentado 737 MAX, tras reportar pérdidas de 628 millones de dólares en el primer trimestre de 2020 debido al impacto del COVID-19.

La empresa estadounidense atravesaba ya una importante crisis como consecuencia de los dos accidentes mortales sufridos por aviones 737 MAX, uno en octubre de 2018 en Indonesia y otro en marzo de 2019 en Etiopía, en los que en total murieron 346 personas.