Ciudadano malayo acusado "hackear" redes del Departamento de Defensa de EU

El ciudadano malayo Lin Mun Poo fue acusado de cuatro cargos relacionados con la violación de los sistemas informáticos del Departamento de Defensa de Estados Unidos, así como los de la Reserva Federal (banco central) de ese país, informó hoy la Fiscalía del Distrito Este de Nueva York.

El ciudadano malayo fue arrestado el pasado 21 de octubre en el aeropuerto neoyorquino John F. Kennedy (JFK), donde el servicio secreto de este país le incautó un ordenador portátil altamente codificado.

Según la Fiscalía neoyorquina, el ordenador contenía "una cantidad masiva de datos financieros y personales", con cuya venta se lucraba el acusado.

En el ordenador se encontró, por ejemplo, información de una empresa contratada por el Departamento de Defensa de Estados Unidos que gestiona datos relacionados con operaciones militares, "comprometiendo potencialmente información militar altamente confidencial", explica el comunicado de la Fiscalía.

"Los criminales cibernéticos continúan utilizando la sofisticación y habilidades de los 'hackers' para atacar nuestra defensa nacional y sistema financiero", dijo la fiscal del Distrito Este de Nueva York, Loretta Lynch.

Según una carta enviada por las autoridades estadounidenses a la Fiscalía, en la que afirman que sería un "serio peligro" que Poo saliera del país, el acusado también robó al parecer información financiera de la red informática del Banco de la Reserva Federal estadounidense (banco central) de Cleveland (Ohio).

Al acusado, que desde el día de su arresto sigue bajo custodia, se le imputa un cargo agravado de robo de identidad, otro de fraude y otros dos relacionados con la violación de ordenadores, específicamente el acceso desautorizado y la transmisión maliciosa de datos.

Entre los datos encontrados en el ordenador del acusado también había números de más de 400 mil tarjetas de crédito y débito, así como información financiera de FedComp, un procesador de datos de sindicatos estadounidenses.

Entre las víctimas del "hacker" se cuentan también la Asociación de Bomberos del Estado de Nueva York y el sindicato de Profesores del Condado Mercer de Nueva Jersey, entre otros.

De probarse los cargos que se le imputan, el acusado podría ser condenado con una pena de hasta diez años de cárcel.