La manera en la que el fraude se llevó a cabo, alega la SEC, es la siguiente:
Goldman Sachs permitió que Paulson eligiera cuentas de inversión hipotecaria para vender a un precio acordado a diferentes inversionistas. Sin embargo, estas cuentas fueron elegidas por Paulson especificamente porque Paulson sabía que se colapsarían y perderían valor.
De esta manera, el banco cobró un precio alto por las cuentas de inversión que sabía que no iban a valer mucho al poco tiempo. Algunas de las cuentas se colapsaron en cuestión de 5 meses.
El problema fue que a los inversionistas se les dijo que las cuentas de inversión serían seleccionadas por un evaluador independiente. Sin embargo, eso no ocurrió, sino que fue el propio Paulson quien seleccionó las cuentas sa sabiendas de que perderían valor en poco tiempo, dice la SEC. Es decir, a los inversionistas se les ocultó información crítica sobre las transacciones, lo cual es considerado como fraude.
De acuerdo con el New York Times, varios bancos y firmas de inversión en Wall Street hicieron transacciones similares de venta de cuentas de inversión que sabían que perderían valor, lo cual empeoró la crisis financiera de 2008.
De hecho, dice el New York Times, bancos e inversionistas en Wall Street sabían que el mercado hipotecario podría colapsarse por lo menos desde 2006, cuando desarrollaron el índice ABX, con el cual permitía saber a qué cuentas hipotecarias podían apostar para sacar provecho de su colapso o cantidad de riesgo.
Cabe señalar que desde 2007, en base a información de sus asesores económicos, Rogelio Ramírez de la O, Adolfo Hellmund y Mario Di Constanzo, le habían dado y desde 2006 Andrés Manuel López Obrador advirtió de la posibilidad de una crisis económica debido a la fragilidad de la economía en Estados Unidos.
Increiblemente, en 2008 tanto el entonces secretario de Hacienda Agustín Carstens, como el gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz, declararon publicamente que no tenían manera de anticipar la crisis que se desató en ese entonces.
Coincidentemente, esa es la misma posición que ha tomado Goldman Sachs. De acuerdo con el New York Times, el banco publicó una declaración en la cual alega que no tenían manera de predecir el futuro y de saber cómo cambiaría el valor de las cuentas de inversión.
Esto, no obstante, contradice la práctica financiera en Wall Street denominada como “short selling” (vender en corto), que promete la venta de un producto a futuro un precio acordado con la esperanza de que al momento de la adquisición del producto para su venta, el producto tendrá un valor menor, lo cual genera ganancias en base a una predicción.
Hasta el momento, la acusación de la SEC contra Goldman Sachs ha causado una caída tanto en la bolsa de valores de Nueva York como en la bolsa mexicana de valores.