La festividad nacional transcurrió con bajo perfil este año pese a ser una de las fechas más importantes que celebra el régimen, que en estos momentos centra todos sus esfuerzos en reconstruir las zonas azotadas por los recientes desastres naturales, que se suman a los daños económicos causados por la pandemia.
La propaganda norcoreana no se ha hecho eco por el momento de ningún acto conmemorativo ni de eventos que hayan contado con la participación del líder Kim Jong-un, aunque sí recogieron este miércoles las cartas de felicitación y ofrendas enviadas por varios líderes extranjeros al dictador.
Entre las misivas divulgadas por la agencia estatal KCNA, destacan las de los presidentes de China y Rusia, Xi Jinping y Vladímir Putin, quienes se comprometieron a mantener su cooperación con Kim, le felicitaron por la efeméride y le desearon "buena salud".
China y Corea del Norte "se han ayudado y apoyado mutuamente" tras el brote de COVID-19, señala Xi en la carta recogida por la KCNA, donde también afirma que "desarrollar las relaciones bilaterales" constituye una "alta prioridad" para Pekín de cara a "acelerar la paz, la estabilidad y la prosperidad" en la región.
Putin, por su parte, destacó las relaciones "amistosas y de buena vecindad" entre Moscú y Pionyang y apostó por seguir "construyendo un diálogo bilateral y una cooperación beneficiosa" con vistas a "promover la estabilidad y la seguridad en la península de Corea y en la región".
La agencia estatal norcoreana también informó de la visita de una comitiva de 12,000 miembros del Partido de los Trabajadores al Palacio del Sol de Kumsusan, donde reposan los restos del fundador de la patria Kim Il-sung y de Kim Jong-il, su hijo y predecesor del actual dictador norcoreano.
Tras la visita, la comitiva se desplazó a las provincias del este del país para participar en la "campaña de reconstrucción y ayuda al pueblo" en las zonas castigadas por las inundaciones y lluvias torrenciales de las últimas semanas.
Corea del Norte se ha visto azotada por el paso de tres tifones desde finales de agosto, que dejaron más de 1,000 viviendas destruidas y "docenas" de víctimas mortales, según los escasos detalles aportados por los medios norcoreanos sobre los desastres naturales.