"Tales actos irracionales con los fines de negar la dignidad y el régimen de otros, y antagonizarlo, están destinados a obstaculizar la mejora de las relaciones bilaterales y la creación de la confianza mutua entre Corea del Norte y Estados Unidos", señalo Uriminzokkiri, un medio propagandístico externo norcoreano.
Asimismo, criticó al gobierno de Seúl por unirse a otros países en la adopción de la resolución de las Naciones Unidas, llamándolo una "traición" que "apuñala en la espalda a sus compatriotas".
Añadió que Washington y Seúl deben tener en cuenta que tales actos temerarios, en un momento inusual de mejora de sus relaciones con el Norte, podrían hacer que todo quede en vano y que sería mejor que actuaran racionalmente.
Meari, otro medio de propaganda norcoreano, repitió las críticas, diciendo que mostrarse en desacuerdo con la situación de los derechos humanos en el Norte tiene el fin de "demonizarlo" y es un "complot" para lograr concesiones unilaterales de Pyongyang en los diálogos de desnuclearización mediante la presión.
Los medios de comunicación norcoreanos han asestado recientemente un duro golpe contra Estados Unidos y Corea del Sur, por respaldar, a mediados de noviembre, una resolución de la ONU contra la deplorable situación de los derechos humanos del Norte.
Se espera que sea aprobada por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas el próximo mes, por 14 año consecutivo, indicó la agencia surcoreana de noticias Yonhap News.
El diario oficial del gobernante partido norcoreano, Rodong Sinmun, cuestionó la intención real de Washington llamandolo una táctica para conseguir concesiones de Pyongyang en los diálogos de desnuclearización entre los dos países.
Las conversaciones nucleares entre el régimen del líder Kim Jong-un y el gobierno del presidente Donald Trump han estado casi estancadas desde su cumbre histórica de junio en Singapur, donde el Norte acordó la desnuclearización completa.
Desde que Pyongyang y Washington cancelaron este mes sus diálogos de alto nivel para discutir la desnuclearización y los preparativos para una segunda cumbre, no han logrado volver a programarlos.
Corea del Norte ha sido acusada, durante mucho tiempo, de flagrantes violaciones de los derechos humanos, pero Pyongyang las ha desestimado como un intento encabezado por la Casa Blanca para derrocar al régimen de Kim.