Los peregrinos llevaban grandes cruces de madera al recorrer las estrechas calles de la Ciudad Vieja de Jerusalén hacia la iglesia del Santo Sepulcro, donde se cree que Jerucristo fue crucificado, enterrado y después resucitó.
Los peregrinos recrearon escenas de la crucifixión: uno de ellos llevaba una corona de espinas y la cara ensangrentada, mientras otras dos disfrazadas de soldados romanos lo llevaban por la Via Dolorosa. Otros vestían atuendos típicos hace dos milenios mientras gritaban "quién es este hombre", mientras una mujer pedía a la gente que lo ayudara.
La policía israelí cerró la mayoría de las carreteras alrededor del lugar donde se recreó la pasión de Cristo, que este año celebran al mismo tiempo los cristianos de las iglesias orientales y occidentales, lo que ha provocado una mayor afluencia.
Muchas calles quedaron tan congestionadas que algunos peregrinos no pudieron llegar a la iglesia de la Ciudad Vieja.
Muchos musulmanes intentaron también llegar a la mezquita de Al Aqsa para los rezos del viernes pero los menores de 50 años no pudieron entrar al congreso al impedírselo la policía israelí por temor a disturbios. Como resultado, cientos rezaron en las calles que llevan a la Ciudad Vieja en el lugar donde la policía había instalado los bloqueos.
Las vacaciones de la Semana Santa cristiana coincidieron también con la Pascua Judía.(DPA)