Derrota de Roy Moore no es el fin de la era Trump Los Angeles Times

La derrota de Roy Moore en Alabama no se puede considerar el fin de la era Trump, afirmó hoy Los Angeles Times, al advertir que la ignorancia, el racismo y la desconfianza a instituciones democráticas siguen siendo fuerzas peligrosas en la política estadunidense.

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“Las voces más motivadas deben hacerse oír en los próximos dos ciclos electorales para arrebatar el control del Congreso al actual grupo de cínicos habilitadores de Trump”, urgio el mas importante diario del oeste de Estados Unidos.

“El Partido Republicano de hoy ha demostrado ser demasiado cobarde, irresponsable y egoísta para confiarle las riendas del poder. Esperemos que el rechazo de Moore comience ese cambio”, indicó el rotativo en uno de sus editoriales del dia.

Señaló que el resultado por un escaño en el Senado de Estados Unidos por Alabama “es una fuente de aliento y consternación”.

“La buena noticia, por supuesto, es que el demócrata Doug Jones, un exfiscal venció al exmandatario estatal, el republicano Roy Moore, en una elección que dependió de cuestiones de carácter”, resaltó.

El diario menciónó entre ellas las “acusaciones creíbles de que él, cuando tenía 30 años, buscó relaciones con mujeres mucho más jóvenes, muchas de las cuales conoció mientras recorría un centro comercial local”.

Dos mujeres denunciaron que había forzado el contacto sexual con ellas, una cuando solo tenía 14 años. Aparentemente eso era demasiado, incluso para muchos de los votantes republicanos profundamente conservadores de Alabama.

La mala noticia es que Moore aún ganó el 48.4 por ciento de los votos. Sí, casi la mitad de los votantes de Alabama -incluida la gran mayoría de los republicanos que votaron- y decidieron que preferían un moralista con cicatrices de escándalo, hostigamiento de raza y golpeador de la Biblia.

“Los esperanzados estadunidenses aceptarán el resultado como un posible punto de inflexión en este feo momento de la política estadunidense (incluso, quizás, como un signo de la posible desaparición política del "nacionalista económico" y el susurrador de Trump, Steve Bannon, que hizo campaña por Moore), anotó.

Esta es la tercera elección en la que el presidente Donald Trump endosó a un candidato, y es su tercera derrota.

Respaldó a Ed Gillespie en la carrera a gobernador de Virginia el mes pasado (ganada por el demócrata Ralph Northam), y apoyó a Luther Strange, el hombre que Jones reemplazará en el Senado, en la primaria del Partido Republicano antes de apoyar a Moore.

No está claro qué rol jugó la reacción contra la conducta sexual inapropiada en el resultado (el 54 por ciento de los votantes dijeron que no era un factor en su voto).

Las encuestas de salida encontraron que Jones ganó el 30 por ciento del voto blanco, más que los demócratas anteriores han ganado en carreras estatales, y que fue impulsado por mujeres blancas educadas en la universidad con hijos en casa.

Jones también ganó el 96 por ciento de los votos afroamericanos, a la par con el apoyo anterior de Barack Obama, e ?impulsado por un esfuerzo intensivo local para obtener el voto de las organizaciones afroamericanas.

Y Jones ganó por nueve puntos porcentuales entre los independientes (21 por ciento de los votos), un bloque que apoyó abrumadoramente a los republicanos en 2008 y 2012. Combinados, eso fue suficiente para superar la base de Moore.

Moore recibió el 68 por ciento de los votos entre los conservadores blancos, los evangélicos, los que no tienen educación universitaria, los hombres y los votantes mayores, una coalición que había sido una apuesta segura para los candidatos republicanos de Alabama durante más de un cuarto de siglo.

Sin embargo, la participación general fue menos del 40 por ciento, alta para una elección especial única, pero sigue siendo una medida inquietante de nuestra desconexión política nacional.

El que más de la mitad de los votantes de Alabama no puedan ser estimulados a participar en una elección tan crucial en un momento tan crítico de nuestra historia, pone de relieve el descontento que tantos estadunidenses siguen sintiendo por el sistema electoral.

Pero el crédito se debe a quienes votaron, y especialmente a republicanos y conservadores que rompieron lazos tribales el martes y votaron por el demócrata o escribieron a nombre de otra persona en sus boletas en lugar de apoyar a Moore y al presidente que lo respaldó, finalizó.

Fuente: Notimex