La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) desconocía la supuesta maniobra del gobierno de Francia para entregar armas a los rebeldes en Libia, afirmó hoy el secretario general de la alianza, Anders Fogh Rasmussen.
“Hemos tenido conocimiento de ello por la prensa (francesa), pero entiendo que la naturaleza de esa operación era proteger a los civiles de los ataques del (ex líder libio Muamar) Gadafi”, defendió Rasmussen en rueda de prensa.
La OTAN es responsable de aplicar el embargo de armas impuesto a Libia por la Organización de Naciones Unidas (ONU), que prohibe a todos los países vender material bélico tanto para las fuerzas gubernamentales como para la oposición en el país norafricano.
Rasmussen señaló que la OTAN “no tiene motivos para pensar que las fuerzas (militares) del Consejo Nacional de Transición (CNT, que lidera la oposición libia) representen una amenaza para la población civil”.
Por otra parte, afirmó que Gadafi, pese a estar desaparecido, sigue poniendo en peligro la seguridad de los libios, lo que justifica la continuidad de la ofensiva aliada.
“Las fuerzas de Gadafi todavía son una amenaza para la población civil en Libia. Esa es la razón. Debemos continuar nuestra operación hasta que desaparezcan esas amenazas”, insistió.
Según el líder aliado, la decisión de poner fin a la misión de la OTAN dependerá de “la capacidad del CNT de garantizar una protección eficaz a los civiles” y de las decisiones tomadas por la ONU.
“Nuestro operativo se acerca significativamente al éxito, pero aún no estamos allí todavía”, admitió.