Draghi pide unidad y compromiso ante una emergencia sin precedentes

El primer ministro italiano, Mario Draghi, presentó hoy su programa de Gobierno en el Senado ante el voto de investidura y pidió a las fuerzas políticas "un camino de unidad y compromiso común con decisión y rapidez" ante "una emergencia sin precedentes".

En su discurso antes de la votación, que tendrá lugar esta noche, pidió a la amplia y heterogénea mayoría que le apoya "responsabilidad para combatir la pandemia" antes de adelantar sus prioridades, como la educación o el plan de vacunación, además de mencionar las numerosas reformas que quiere llevar a cabo.

"Sin Italia no hay Europa. Pero fuera de Europa hay menos Italia", dijo en un discurso fuertemente europeista y atlantista de 50 minutos que concluyó con todos los senadores aplaudiéndole en pie.

"El principal deber al que todos estamos llamados, yo mismo como primer ministro, es luchar contra la pandemia por cualquier medio y salvaguardar la vida de nuestros conciudadanos. Una trinchera donde peleamos todos juntos", comenzó el exbanquero.

Draghi habló de su Gobierno, que "resume la voluntad, la conciencia, el sentido de responsabilidad de las fuerzas políticas que la apoyan (todas menos a excepción de la ultraderechista Hermanos de Italia), a quienes se les ha pedido que renuncien por el bien de todos, de sus propios votantes así como de los votantes de otros campos, incluida la oposición, de todos los ciudadanos italianos".

"Hoy tenemos, como les sucedió a los gobiernos de la posguerra inmediata, la posibilidad, o más bien la responsabilidad, de iniciar una Nueva Reconstrucción", agregó con solemnidad.

Ante la primera diferencia surgida entre las fuerzas que componen su Gobierno por la fallida apertura de las estaciones de esquí, Draghi se comprometió a informar a los ciudadanos con la suficiente antelación "de cualquier cambio en las normas" anticovid.

Tras el llamamiento a la unidad, Draghi destacó que este Gobierno "nació a raíz de la pertenencia de nuestro país, como miembro fundador, a la Unión Europea, y como protagonista de la Alianza Atlántica" y que "apoyar a este gobierno significa compartir la irreversibilidad de la elección del euro".

Draghi enumeró los terribles datos de la pandemia y como ésta "ha tenido consecuencias muy graves en el tejido económico y social".

Su primer desafío será obtener suficientes vacunas "para distribuirlas de manera rápida y eficiente" y pidió "movilizar todas las energías con las que podamos contar, utilizando la protección civil, las fuerzas armadas y voluntarios".

Señaló su intención de "fortalecer y rediseñar la sanidad territorial" y en cuestión de educación abogó por "volver rápidamente al horario escolar habitual, incluso repartiéndolos en distintas franjas horarias".

Citando al papa Francisco, el economista afirmó que "hay que proteger el futuro del medio ambiente, conciliarlo con el progreso y el bienestar social". "Queremos crear un buen planeta, no solo una buena moneda", añadió

También dijo que Italia debe cambiar algunos modelos de crecimiento, como el turístico, actividad que antes de la pandemia representaba el 14 % del total de las actividades económicas, mientras que sobre la protección laboral avanzó un cambio en las ayudas: "qué actividades proteger y cuáles acompañar en el cambio es la difícil tarea que tendrá que afrontar la política económica en los próximos meses".

Sobre el Plan de Recuperación Europeo, advirtió de que estos recursos "deberán destinarse a mejorar el potencial de crecimiento" de la economía y que los posibles préstamos adicionales se solicitarán, "de acuerdo con los objetivos de las finanzas públicas".

Respecto al vasto programa de reformas que prevé, citó "una profunda revisión" del sistema fiscal, así como de la administración pública, y de la Justicia, "para incrementar la eficiencia del sistema judicial civil".

Otro "desafío" que citó Draghi fue el de la negociación del nuevo Pacto por las migraciones y el asilo, en el, dijo, "Italia buscará un fortalecimiento decisivo del equilibrio entre la responsabilidad de los países de primera entrada y la solidaridad efectiva".

"Hoy la unidad no es una opción, la unidad es un deber. Pero es un deber guiado por lo que estoy seguro que nos une a todos: el amor a Italia", concluyó.