EE.UU. condena la violencia contra la OTAN en Kosovo y pide rebajar la tensión

Estados Unidos condenó este martes los disturbios del lunes en Kosovo, donde resultaron heridos 30 soldados de la OTAN y 50 manifestantes serbios que rechazan la autoridad de los alcaldes de cuatro municipios donde son mayoría.

"Hacemos un llamamiento a todas las partes a desescalar las tensiones", dijo en un comunicado el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken.

El diplomático pidió al Gobierno liderado por Albin Kurti permitir que los alcaldes electos realicen sus funciones desde fuera de los edificios oficiales, y retirar a la policía de la zona.

También solicitó al presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, rebajar el nivel de alerta de las fuerzas armadas y pedirle a los manifestantes serbokosovares que dejen de atacar a las fuerzas de la OTAN.

Blinken pidió a ambos gobiernos retomar su participación en el diálogo entre Kosovo y Serbia mediado por la Unión Europea (UE).

Soldados de la KFOR, la misión de la OTAN en Kosovo, se han desplegado esta mañana frente al edificio del Ayuntamiento en Zvecan, donde ayer se produjeron las violentas protestas, así como en la localidad de Leposavic.

También están presentes en la zona unidades de la policía especial de Kosovo con vehículos blindados, según los medios locales.

Grupos de manifestantes serbios vuelven a concentrarse en las cercanías, entre ellos los empleados que trabajan en el Ayuntamiento, al que no tienen acceso desde el pasado viernes, cuando la policía kosovar rompió a la fuerza el bloqueo de los serbios para permitir el paso a los alcaldes.

La KFOR -misión de la OTAN en Kosovo- intervino ayer con gas lacrimógeno y bombas de aturdimiento para contener las violentas protestas de los serbios, que han dejado más de 50 manifestantes heridos, uno de ellos de bala y en estado grave, y 30 soldados italianos y húngaros que sufrieron fracturas, contusiones y quemaduras.

Los serbios, minoría en Kosovo pero mayoría en cuatro municipios del norte, no reconocen la autoridad de los alcaldes, pertenecientes a la mayoría albanesa del país.

Fueron elegidos el pasado abril en unas votaciones que los serbios boicotearon y en las que la participación apenas superó el 3 %.

Los serbios exigen la retirada de los nuevos ediles y de los policías especiales del norte.