El copiloto de Germanwings estaba de baja médica y lo ocultó

El copiloto de Germanwings acusado de estrellar a propósito su avión contra los Alpes franceses el martes estaba de baja médica el día del accidente y lo ocultó a la empresa y a sus compañeros, reveló hoy la fiscalía alemana.

La noticia añadió un nuevo misterio a la búsqueda de los motivos por los que el joven de 27 años pudo encerrarse en la cabina aprovechando la salida del piloto y estrellar el Airbus que volaba de Barcelona a Düsseldorf con 150 personas a bordo, la mayoría alemanes y españoles.

Los investigadores se incautaron de "documentos médicos" que reflejan "una enfermedad y su correspondiente tratamiento" al registrar el jueves las casas del copiloto en Düsseldorf y Montabaur, en el oeste de Alemania, informó hoy la fiscalía de Düsseldorf.

Las órdenes de baja eran actuales y cubrían también el martes en que se produjo el accidente. Algunas aparecieron rotas, lo que "apoya la suposición preliminar de que el fallecido ocultó su enfermedad a la empresa y a su entorno laboral", añadió la fiscalía.

Los investigadores no aclararon de qué enfermedad se trataba, pero los agentes que realizaron los registros buscaban pruebas de posibles problemas psíquicos.

Tras la revelación, diversos medios aseguraron que el copiloto había acudido a la Clínica Universitaria de Düsseldorf por una depresión. El centro lo negó, aunque confirmó haberlo tratado desde febrero hasta el 10 de marzo sin especificar las causas.

Al mismo tiempo, los investigadores confirmaron que en las viviendas del copiloto no apareció ninguna carta de despedida ni escrito vinculado al accidente, como tampoco "indicios de un trasfondo político o religioso para lo ocurrido".

La aclaración definitiva de lo ocurrido, sin embargo, podría demorarse: la fiscalía de Düsseldorf aclaró que necesitará "varios días" para llevar a cabo interrogatorios y para analizar el material registrado en las casas del copiloto.

El giro que dio la investigación el jueves cuando la fiscalía francesa hizo pública la hipótesis sobre el copiloto abrió el debate sobre las medidas de seguridad de las compañías aéreas y sobre las pruebas realizadas a los pilotos.

El sindicato alemán de pilotos VC defendió el sistema actual de pruebas. "Por supuesto hay indicios de que aquí se trató de un hombre con una enfermedad psíquica", dijo el portavoz Jörg Handwerg. "Pero no se puede hacer un test psicológico a cada piloto antes de cada actuación".

El caso sí trajo una primera consecuencia concreta en las aerolíneas alemanas, que hoy decidieron adoptar la norma que exige que haya dos personas en la cabina y evitar así que un único piloto pueda encerrarse y asumir el control en solitario del avión, como hizo al parecer el copiloto de Germanwings.

Mientras avanzaba la investigación, los familiares de las 50 víctimas españoles y de las 75 alemanas centraron la atención de sendos gobiernos.

El español anunció hoy que celebrará un homenaje para recordar a los fallecidos, aunque consideró "un poco prematuro" fijar una fecha y consideró que la prioridad actual es reforzar la atención a los familiares.

"Queremos que los familiares, estén donde estén, tengan una atención personalizada y especializada", señaló la vicepresidenta del gobierno en Madrid, Soraya Sáenz de Santamaría.

El presidente alemán, Joachim Gauck, viajó hoy a la ciudad de Haltern, de donde provenía un grupo de 16 estudiantes de intercambio y dos profesoras fallecidos en el avión, para apoyar a los familiares y asistir a un oficio religioso en memoria de las víctimas.

"Me senté en el medio y pude oír los sollozos de los niños y familiares", declaró el pastor protestante tras la misa.

Entre tanto, muchos de los familiares viajaron a Seyne-les-Alpes, la localidad alpina francesa cerca de la cual avanza lentamente la búsqueda y recuperación de restos de las víctimas. "Hasta ahora no recuperamos ningún cuerpo completo", señaló un miembro del operativo. (DPA)