La condición física de Akihito ha mejorado desde que empezara a recibir tratamiento por una insuficiencia cardíaca a mediados de este año, explicó la Agencia de la Casa Imperial en un comunicado con motivo de su aniversario, y también marcha bien el posoperatorio de las intervenciones de cataratas a las que se sometió en meses precedentes.
La rutina diaria del emperador emérito japonés incluye caminatas matutinas y vespertinas con su esposa en los jardines de su residencia, así como lectura frecuente.
Experto en taxonomía especializado en peces gobio, Akihito visita dos veces por semana un instituto de Biología que hay dentro del palacio imperial, donde examina especímenes al microscopio, revisa artículos sobre la materia y en la medida de lo posible asiste a las reuniones bimensuales en línea de la Sociedad Taxonómica de Peces.
Aparte de las visitas al hospital y al palacio imperial, la pandemia de covid ha limitado enormemente las salidas del emperador emérito, que se limitaron este año a dos exposiciones sobre el 50 aniversario de la devolución de Okinawa a Japón tras la ocupación estadounidense, y una exposición póstuma sobre su tío el príncipe Mikasa.
Akihito se mantiene al día sobre la actualidad leyendo periódicos y viendo la televisión y recientemente, la participación de la selección japonesa de fútbol en el Mundial que se celebró enl Catar fue un tema recurrente en sus conversaciones, detalló la agencia.
Tras la cena, en ocasiones rememora sus viajes pasados alrededor de Japón y el mundo mientras ojea los registros al respecto, y este año en particular, con la muerte de la reina Isabel II presente, reflexionó sobre sus recuerdos de visitas al Reino Unido, expresando su gratitud por la relación de amistad construida por sus países.
Akihito abdicó en favor de su primogénito, Naruhito, el 30 de abril de 2019 por preocupación sobre su salud, convirtiéndose en el primer emperador japonés en ceder el trono en unos 200 años.