El ex número tres del Vaticano apela su condena por pederastia en Australia

El cardenal George Pell, ex número tres del Vaticano, trata de revertir la condena de seis años de cárcel que le fue impuesta en marzo por abusar sexualmente de dos niños hace más de veinte años, al iniciarse hoy el proceso de apelación en Australia.

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"El cardenal Pell ha sido condenado por cinco delitos sexuales. Las vistas de hoy y de mañana tratan sobre si estas condenas deben ser revertidas", dijo la presidenta del Tribunal Supremo del estado de Victoria, Anne Ferguson, al inicio del proceso al que el religioso acudió con un alzacuellos, y arropado por familiares y simpatizantes.

Pell, que llegó a ser el responsable de las finanzas del Vaticano, fue condenado por perpetrar abusos sexuales contra dos niños del coro de la catedral de St Patrick's, en Melbourne, en dos ocasiones, en 1996 y 1997, que implicaron la penetración oral del demandante en presencia de un segundo niño que nunca denunció los hechos y murió de una sobredosis de drogas en 2014.

El jurado determinó en diciembre pasado la culpabilidad del prelado, pero su defensa, encabezada por el abogado Brett Walker, argumenta que dicha culpabilidad no se demostró "más allá de toda duda razonable", al fundamentarse únicamente en el testimonio de la víctima.

Los otros dos argumentos de la apelación, de carácter más técnico, denuncian que se denegara a la defensa presentar un vídeo animado de 19 minutos que trataba de reconstruir los hechos y el posible error de que no se permitiera a Pell declararse culpable o inocente frente al jurado.

Si dos de los tres de los jueces aceptasen los argumentos, el cardenal de 77 años podría ser puesto en libertad o ser sometido a otro proceso judicial.

En la primera vista, el letrado Walker dijo que no le cabía duda que el jurado creyó más al demandante que a su cliente y acusó a la Fiscalía de no responder a "la improbabilidad inherente" del testimonio del testigo.

"Sobre esta evidencia, sea lo que sea lo que hayan pensado del demandante, al menos las indicaciones de la imposibilidad (de que se cometiera los delitos) eran tan fuertes que ellos no pudieron haber excluido la duda", puntualizó en la sesión retransmitida por completo.

El abogado de Pell también alegó que no hay claridad en las fechas en que ocurrieron los abusos y remarcó que "las leyes de la física nos dicen que es literal y físicamente imposible que se haya dado la ofensa tal y como la relata el demandante" dada la presencia de otras personas y el peso de la sotana, entre otros detalles.

Pero el presidente del Tribunal de Apelaciones, Chris Maxwell, quien completa el panel con el juez Mark Weinberg y la jueza Anne Ferguson, le recordó al abogado que "no se puede esperar una rememoración perfecta" por parte de una persona que sufrió abusos sexuales en la infancia.

El proceso continuará mañana con argumentos de la Fiscalía, aunque es posible que la decisión sobre la apelación, en la que Pell necesita convencer a dos de los tres magistrados, tarde semanas e incluso meses en producirse.

En su respuesta escrita, la Fiscalía indicó que de las 22 personas citadas como testigos para el juicio en que se condenó a Pell, "en general, ninguno estaba en condiciones de decir que el hecho delictivo 'no tuvo lugar'".

"Es posible que los dos niños del coro hubieran sido agredidos sexualmente en la sacristía tras la misa sin que Pell fuera detectado", agregó la Fiscalía.

Por su lado, la abogada del padre de la víctima fallecida indicó en un comunicado que es comprensible que a su cliente le preocupe saber que la sentencia de Pell pueda ser revertida, pero "tiene una confianza enorme en que ése no será el caso".