El Gobierno afgano debe decidir si quiere contraatacar a los talibanes, dice EE.UU.

El Gobierno de Estados Unidos afirmó este miércoles que el Gobierno afgano debe decidir si tiene la voluntad política para contraatacar a los talibanes, ya que, insistió, dispone de todo lo que necesita para hacerlo.

La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo en su rueda de prensa diaria que Washington sigue "de cerca" el deterioro de la situación de seguridad en Afganistán, aunque consideró que ningún resultado en concreto es "inevitable", ante las especulaciones de que Kabul pueda caer en manos de los insurgentes en noventa días.

"Seguiremos coordinando bombardeos con y en apoyo de las fuerzas afganas", subrayó en su comparecencia Psaki.

En la misma línea, el portavoz del Pentágono, John Kirby, consideró que "no tiene por qué ser así" que Kabul vaya a caer en unas semanas, y también puso en duda que vaya a producirse una victoria total de los talibanes, aunque insistió en que todo depende de la "voluntad y el liderazgo" de las fuerzas afganas.

Psaki aseguró que EE.UU. seguirá suministrando comida y equipamiento a las fuerzas afganas, pagará sus salarios y les dejará todos los sistemas de defensa que les ha proporcionado durante los últimos veinte años.

La portavoz remarcó que ahora es el turno de los afganos de unirse y decidir el futuro de su país, tras la retirada de las fuerzas de EE.UU., que culminará a finales de este mes, después de veinte años de guerra.

En ese sentido, "los talibanes deben evaluar qué papel quieren tener en la comunidad internacional", agregó.

En su comparecencia en el Pentágono, el portavoz del departamento de Defensa de EE.UU. se negó a confirmar o desmentir las informaciones que dan por segura la caída de Kabul en manos de los talibanes en tres meses.

Aunque admitió que es "incuestionable" el avance talibán, Kirby aseguró que no es cierto que las fuerzas afganas se estén plegando sin más.

Subrayó que en las últimas veinticuatro horas las fuerzas afganas han dirigido más ataques aéreos que las estadounidenses. Y de los ataques de Estados Unidos, aunque han sido menos, aseguró que han resultado "precisos" y tendrán un impacto a nivel táctico.

Los insurgentes continúan su rápido avance con la toma de nueve capitales provinciales afganas en menos de una semana, mientras la comunidad internacional intenta presionarlos para que detengan la violencia y se sienten a negociar.

El portavoz del Pentágono recordó, en este sentido, que también Estados Unidos considera que este conflicto solo puede resolverse en una negociación y no por la vía militar.

Sin embargo, la estrategia de los talibanes no parece pasar por ahora por la mesa de negociación, al haber intensificado su ofensiva contra el Gobierno afgano en coincidencia con el inicio de la fase final de la retirada de las tropas extranjeras, el pasado 1 de mayo.

Mientras prosiguen los combates, la comunidad internacional busca presionar a los talibanes para que declaren un alto el fuego y, como hicieron con Estados Unidos en Doha en febrero del año pasado, alcancen un acuerdo con el Gobierno afgano para poner fin a la guerra.

El enviado especial de EE.UU. para Afganistán, Zalmai Khalilzad, artífice del acuerdo con los talibanes que propició la retirada de las tropas extranjeras del país asiático, se encuentra en Doha para tratar de buscar una salida diplomática al conflicto.