El Gobierno paquistaní detiene tres ejecuciones por petición presidencial

El Gobierno de Pakistán ha decidido paralizar la inminente ejecución de tres reos, prevista para esta semana y que iba a acabar con la moratoria de aplicación de la pena muerte en el país asiático, informó hoy a Efe una fuente oficial.

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El primer ministro paquistaní, Nawaz Sharif.

La suspensión ha tenido lugar a instancias del presidente del país, Asif Alí Zardari, quien impuso hace cinco años una moratoria sobre la ejecución de civiles y que ha pedido al primer ministro, Nawaz Sharif, una reunión para revisar el anunciado cambio de rumbo.

"El encuentro tendrá lugar en los próximos días", afirmó un funcionario próximo a Sharif, que especificó que el presidente se halla estos días fuera del país y que el encuentro tendrá lugar cuando Zardari regrese a Pakistán.

El portavoz de Zardari, el senador Farhatulá Babar, declaró al diario local Dawn que el jefe de Estado se halla de visita privada en Dubai y que regresará a su país "en dos o tres días".

El actual presidente dejará su cargo en apenas tres semanas y está por ver si la suspensión irá más allá de ese plazo ya que el nuevo jefe de Estado, Mamnún Husein, pertenece a la gobernante Liga Musulmana (PML-N), partidaria de la vuelta de las ejecuciones.

La moratoria sobre la aplicación de la pena de la muerte fue dictada por Zardari a su llegada a la presidencia en 2008 con respaldo de su formación, el Partido Popular (PPP), que fue desbancada por la conservadora PML-N en los comicios de mayo.

La moratoria regía sobre los reos civiles, por lo que no fue obstáculo para el ahorcamiento el pasado noviembre de un militar condenado por asesinato.

La decisión del nuevo Gobierno de poner fin a la suspensión de ejecuciones y de reactivar los procedimientos sobre los cerca de 8,000 condenados a muerte que hay en Pakistán ha provocado fuertes críticas de organizaciones internacionales y colectivos locales.

Amnistía Internacional afirmó el mes pasado que el reinicio de las ejecuciones es "un paso chocante y retrógrado", mientras que la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán (HRCP), afirmó que la PML-N se estaba plegando a los sectores religiosos más conservadores.

El director de la HRCP, I.A. Rehmán, se mostró hoy en declaraciones a Efe pesimista sobre la posibilidad de que el Gobierno dé marcha atrás y que el encuentro entre presidente y primer ministro provoque un cambio de la postura del Ejecutivo.

Rehmán calificó la situación de "muy preocupante" y afirmó que los opositores a la pena de muerte "deben mantener la presión".

Además de la crítica de los grupos de defensa de los derechos humanos, la reactivación de los patíbulos en Pakistán ha provocado la paradójica oposición de los talibanes locales, que han amenazado al Gobierno con vengar cualquier ejecución de uno de sus miembros.

El Ejecutivo ha desoído hasta ahora todas las voces contrarias, aunque el diario local The News sugiere en su edición de hoy que el Gobierno de la PML-N puede usar la pena de muerte como herramienta de negociación con los extremistas en una hipotético diálogo de paz. (EFE)