El Kremlin se niega a debatir las críticas de Occidente en el caso Navalni

El Kremlin no está dispuesto a debatir con sus socios occidentales las decisiones judiciales de los tribunales rusos ni la aplicación de las leyes rusas a los manifestantes de las protestas en apoyo al líder opositor ruso, Alexéi Navalni.

"Lo repito: no tenemos ninguna intención de tomar en cuenta las declaraciones sobre temas relacionados con la aplicación de nuestras leyes a los que las violan, ni tampoco las que se refieren a los veredictos en nuestros tribunales", señaló hoy en su rueda de prensa diaria el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.

"Estamos listos para comentar estos temas, pero no lo estamos para debatirlos con nadie", subrayó en vísperas de la reunión que mantendrá en Moscú el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, con el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell.

La condena occidental a las detenciones masivas y la violencia ejercidas por las fuerzas del orden rusas contra los manifestantes pacíficos que han salido a la calle para apoyar a Navalni ha sido unánime, al igual que su rechazo a la condena de casi tres años de prisión impuesta el martes al opositor por un tribunal moscovita.

Peskov volvió a defender la actuación de la policía, que ha detenido a más de 10.000 personas en las manifestaciones a favor de Navalni en las últimas semanas, en varias ocasiones con un uso excesivo de la fuerza, al afirmar que "en nuestro país no hay represiones".

"Lo que sí hay son medidas contra los que violan las leyes en actos no autorizados", sostuvo, y reiteró su postura de que algunos de los manifestantes se sumaron a las protestas incitados por instigadores y de que la policía procedió a las detenciones después de que fueran atacados de manera violenta por algunas personas.

Asimismo, el portavoz calificó de inaceptable la propuesta bipartidista de senadores estadounidenses que el miércoles volvieron a presentar una ley para sancionar a Rusia por el envenenamiento de Navalni.

"Vemos, por así decirlo, un constante reflejo sancionador de legisladores estadounidenses. Saben que consideramos totalmente inaceptable este tipo de enfoque en las relaciones bilaterales", recalcó Peskov.