El líder supremo iraní, Ali Jamenei, dice que no se puede confiar en Occidente

El líder supremo iraní, Ali Jameneí, aseguró este miércoles que EE.UU. no levantará las sanciones contra su país y afirmó, en referencia a las negociaciones para un acuerdo nuclear que se mantienen en Viena, que "no se puede confiar en Occidente".

Según dijo Jamenei en la última reunión con el actual gobierno del presidente Hasan Rohani, "los estadounidenses se mantuvieron firmes en su posición hostil y no dieron un solo paso hacia adelante en las negociaciones, informó la web oficial del líder supremo.

"Los estadounidenses dicen con palabras y promesas que levantaremos las sanciones, pero no las levantaron ni las levantarán", subrayó Jameneí, quien criticó las condiciones que le han propuesto los occidentales para eliminar las sanciones.

"Dicen que se debe incluir en este acuerdo una frase que diga que 'algunos temas serán discutidos más adelante' y que de lo contrario no tendremos un acuerdo", indicó Jameneí y explicó que con eso EEUU busca tener "una excusa para sus posteriores intervenciones sobre el principio del acuerdo y los temas regionales y de misiles".

Según Jamenei, si se incluyera esa frase en el acuerdo y Teherán se negara en el futuro a discutir esos temas, entonces, según su razonamiento, dirían que Irán ha violado el acuerdo.

El líder supremo iraní indicó que a los estadounidenses no les preocupa violar sus compromisos.

"Desconfianza en occidente, es lo que he repetido muchas veces...y ahora repito lo mismo", afirmó Jameneí y apostilló que esto "es una experiencia para el futuro".

La semana próxima tomará posesión el próximo presidente de Irán, el ultraconservador Ebrahim Raisí, con una visión más dura en comparación con el moderado Rohaní respecto al occidente.

Jameneí advirtió que no hay que condicionar los asuntos nacionales a las negociaciones nucleares con occidente y Estados Unidos, que a su juicio son enemigos de Irán y "buscan cualquier oportunidad para perjudicar".

El acuerdo nuclear, JCPOA en ingles, firmado en 2015 por Irán, Alemania, Francia, el Reino Unido, China, Rusia y EE.UU., limita el programa atómico iraní, a cambio del levantamiento de las sanciones, para evitar que la República Islámica se haga con bombas nucleares.

EE.UU. se retiró en 2018 del acuerdo e impuso duras sanciones contra Irán, que un año más tarde empezó a incumplir de forma gradual sus obligaciones nucleares.

Las negociaciones de Viena, que comenzaron el pasado abril con el objetivo de que EE.UU. regrese al pacto e Irán cumpla de forma íntegra con el acuerdo, han quedado estancadas por la transición presidencial en Irán.