El OIEA recoge muestras del agua de Fukushima en la primera visita sobre el plan del vertido

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) calificó hoy de "productiva" su primera visita a Japón para revisar el plan del vertido del agua contaminada y tratada de la central nuclear de Fukushima, de la que han recogido muestras para analizar de forma independiente.

La directora general adjunta y jefa del Departamento de Seguridad Nuclear Tecnológica y Física del OIEA, Lydie Evrard, participó en una rueda de prensa este viernes, al término del primer viaje de un grupo de expertos internacionales al país asiático, sobre la que se elaborará un primer informe que publicarán a finales de abril.

Ha sido "una visita muy ocupada y productiva", centrada en cuestiones técnicas sobre las funciones y responsabilidades de la empresa propietaria de la accidentada planta, Tokyo Electric Power (Tepco), y el Ministerio de Economía, Comercio e Industria (METI) en el proceso del vertido del agua, explicó Evrard.

El equipo incluye miembros del organismo y once expertos internacionales externos de Argentina, Australia, Canadá, China, Francia, Islas Marshall, Corea del Sur, Rusia, Reino Unido, Estados Unidos y Vietnam.

El grupo de revisión del OIEA se creó el pasado septiembre, cinco meses después de que el Gobierno nipón anunciara su plan de verter en aguas del Pacífico el agua contaminada usada para enfriar los núcleos de los reactores dañados de la central de Fukushima Daiichi, tras tratarla para eliminar la mayoría de los elementos radiactivos.

Está previsto que el proceso comience en la primavera de 2023.

Es la primera ver que el organismo se enfrenta a una revisión de esta envergadura, "por las dimensiones del vertido y el interés", dijo Evrard, que explicó que el trabajo se centrará en tres pilares: revisar la seguridad del proceso y los informes de Tepco, las regulaciones del país y la independencia de los análisis del agua.

50 LITROS DE MUESTRAS

Durante su visita, el equipo de expertos, coordinados por Gustavo Caruso, director de la Oficina de Coordinación de la Seguridad Tecnológica y Física de la OIEA, mantuvo desde el pasado lunes una serie de reuniones con las autoridades japonesas y visitaron el martes la accidentada central de Fukushima, en el noreste del país.

Allí revisaron las muestras de Tepco del agua tratada almacenada en tanques en el terreno de las instalaciones y recogieron 50 litros de muestras que serán analizados en varios laboratorios del OIEA en Mónaco y Seibersdorf (Austria).

"Tomamos muestras de los tanques que están listos para ser vertidos al mar", explicó Caruso durante la comparecencia, en la que también señaló que esta actividad de muestreo "tendrá lugar en diferentes fases del proceso: antes, durante y después del vertido", y también conllevará la recogida de muestras ambientales.

Japón estuvo años deliberando sobre la controvertida medida, que está principalmente destinada a resolver el problema de la acumulación de agua radiactiva en las instalaciones de Fukushima.

Los tanques de almacenamiento ocupan una amplia zona costera y están cerca de alcanzar su capacidad máxima. A 10 de febrero, cerca de 1,3 millones de metros cúbicos de agua tratada se almacenaban en las instalaciones, según datos divulgados por Tepco.

Ese agua procede del enfriamiento de los reactores, así como de acuíferos subterráneos y de lluvias que se filtran y terminan contaminadas con isótopos radiactivos.

El líquido es tratado con un sistema de procesamiento que elimina la mayoría de los materiales radiactivos considerados peligrosos, a excepción del tritio, un isótopo presente en la naturaleza, aunque en baja concentración.

Las autoridades japonesas mantienen que el vertido no generará ningún riesgo para la salud humana porque los niveles de tritio liberados al mar estarán por debajo de los estándares sanitarios nacionales (al ser mezclado con agua marina) y defienden que ésta es una práctica habitual en la industria nuclear de otros países.

El equipo del OIEA analizará las muestras recogidas y compararán los resultados con los obtenidos por laboratorios en Japón, para "corroborar el contenido del agua" y comprobar que el proceso concuerda con los estándares internacionales de seguridad.

Durante la visita, el grupo también supervisó los preparativos para el vertido, como las instalaciones de filtrado del agua y la construcción de un túnel submarino que llevará el agua hasta el mar.

FUTURAS VISITAS

La de esta semana es la primera de una serie de visitas que el OIEA realizará a Japón hasta el próximo año, dijo Evrard, que recordó que la labor del organismo es "ayudar a los Estados a cumplir el marco regulatorio y prácticas de seguridad" en materia nuclear cuando adoptan una decisión de este tipo.

El equipo destinado a la revisión de los planes nipones ya ha comenzado a revisar documentos de seguridad pertinentes, incluidos el plan de implementación del proceso del vertido y los informes sobre impacto ecológico elaborados por Tepco.

En marzo, el equipo tiene previsto volver a desplazarse a Japón para revisar aspectos regulatorios con la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA) de Japón.

Con la información recopilada en sus pesquisas, el OIEA publicará un informe recopilatorio antes de que comience el vertido.