El pontífice argentino, en español y junto a un icono de la patrona de América bajo el Baldaquino de San Pedro, se refirió a la Virgen como "señora, madre y mestiza" y aseguró: "No podemos pensar la Iglesia sin ese principio mariano que se extiende".
Francisco explicó que "la Iglesia es femenina" porque, como una madre, tiene "la capacidad de recibir de Dios la gracia", por lo que pidió ir "más allá" a la hora de hablar del papel de la mujer en la jerarquía católica.
"Cuando buscamos el papel de la mujer en la Iglesia podemos ir por la vía de la funcionalidad, porque tiene funciones que cumplir en la Iglesia, pero eso nos deja a mitad de camino. El papel de la mujer en la Iglesia va más allá, con ese principio mariano que maternaliza la Iglesia y la transforma en la Santa Madre Iglesia", sostuvo.
Por otro lado, Francisco señaló que la Virgen es señora y humilde "discípula", ya que "jamás quiso para sí tomar algo de su hijo, jamás se presentó como una corredentora".
Y también la definió como mestiza: "Se mestizó para ser madre de todos, se mestizó con la humanidad, porque ella mestizó a Dios. Y ese es el gran misterio", indicó.
El pontífice dijo que estos tres adjetivos -mujer, madre y mestiza- bastan para definir a la Virgen más allá de otros títulos, que a su parecer "no tocan la esencialidad" de la Virgen.
"Cuando nos vengan con historias de que había que declararla esto, hacer otro dogma, no nos perdamos en tonteras. María es mujer, es nuestra señora, María es madre de su hijo y de la Santa Madre Iglesia jerárquica, y María es mestiza, mujer de nuestros pueblos", zanjó.
El primer pontífice latinoamericano de la historia siguió así con la tradición de celebrar a la patrona de América en la basílica de San Pedro y lo hizo, de nuevo, con cánticos en español, que corrieron a cuenta del coro del Colegio Pío Latinoamericano.
Además, esta celebración prácticamente coincide con el 50º aniversario mañana viernes de su propia ordenación, 23 años como sacerdote y 27 años de ministerio episcopal, según recordó el cardenal Marc Ouellet, el presidente de la Comisión Pontifica para América Latina.
Una efemérides que suscitó el aplauso de los asistentes a la misa, muchos de ellos pertenecientes a las comunidades latinoamericanas de Roma.