El "pato cojo" vuela: Obama recupera la iniciativa

Con los índices de popularidad más bajos que nunca, una dura derrota electoral para su partido, el Congreso controlado por rivales y numerosas crisis en todo el mundo, Barack Obama dio un golpe de timón en el último mes de 2014 y recuperó la iniciativa con medidas ejecutivas en inmigración y con la reanudación de relaciones con Cuba.

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El presidente estadounidense, Barack Obama.

El triunfo de los republicanos en las legislativas de noviembre, en las que se adueñaron de las dos cámaras del Congreso, dejó al demócrata Obama en manos de sus oponentes. Lo que en la jerga política de Washington se conoce como "un pato cojo" ("lame duck"). Pero a final de año y contra todo pronóstico, el pato levantó el vuelo.

"Estoy con energías e ilusionado por las perspectivas para los próximos años", dijo Obama en la rueda de prensa del 19 de diciembre con la que hizo balance del año. "Mi presidencia entra en el último cuarto y en el último cuarto pasan cosas interesantes", afirmó en lo que fue visto como un mensaje de ilusión para sus seguidores y una amenaza para los rivales.

Obama necesitará pactar con los republicanos para llevar adelante su agenda legislativa en los dos últimos años de mandato. No será fácil dada la hostilidad que ha habido durante seis años. De momento opta por hacer uso de su poder ejectivo, lo que le ha valido que sus oponentes lo llamen "emperador" más que presidente.

Al regularizar a cinco millones de inmigrantes indocumentados cumplió un promesa aplazada y dejó en manos del Congreso, de los republicanos, la reforma migratoria. Muchos conservadores creen que es una iniciativa clave para recuperar voto latino, ganar en las presidenciales de 2016 y volver a la Casa Blanca.

Pero el gran golpe de timón de Obama fue la decisión de reanudar relaciones con Cuba tras más de medio siglo de enfrentamiento, una decisión sorprendente, audaz y arriesgada, una decisión que puede definir su legado.

"El cambio va a llegar a Cuba, tiene que llegar", dijo, convencido de que más de 50 años de línea dura contra la isla socialista no provocaron resultados concretos, por lo que es momento de buscar otro enfoque.

El gesto ha sido elogiado en el exterior. En el interior ha encontrado la resistencia del exilio tradicional cubano y de sus representantes republicanos en el Congreso, pero es de esperar que el resto de conservadores se convenza ante la perspectiva de negocio que se abre para las empresas estadounidenses en el futuro. El embargo continúa, pero Obama es partidario de que se retire, algo que sólo puede hacer el legislativo.

Con Cuba, Obama recuperó la iniciativa en política exterior. El año 2014 será el del enfriamiento de la relación con Rusia por el conflicto en Ucrania y el del surgimiento de la milicia terrorista Estado Islámico en Siria e Irak, que le ha obligado a implicarse militarmente tras la indefinición inicial.

"Hubo crisis que tuvimos que abordar por todo el mundo. Muchas fueron imprevistas", dijo el presidente, acusado de ser el causante de que Estados Unidos ya no sea la gran potencia.

"Estamos en mejor posición de lo que lo hemos estado nunca", afirmó Obama. Hablaba como país, pero es una frase que se puede extrapolar a su momento en la Casa Blanca. La aprobación del presidente alcanzó el nivel más alto de los últimos 20 meses, según una encuesta publicada esta semana por la cadena CNN.

Aunque la mayoría lo sigue desaprobando, la cifra de apoyo del 48 por ciento es la mejor desde mayo de 2013. Y todo ello después de recuperar la iniciativa con inmigración y Cuba y con el respaldo de los datos económicos y los récords en la bolsa. El "pato cojo" remonta el vuelo. (DPA)