El presidente surcoreano defiende el desarrollo de armas para "asegurar la paz"

El presidente surcoreano, Moon Jae-in, defendió hoy la necesidad de desarrollar nuevo armamento para "asegurar la paz" durante su intervención en una feria de tecnología militar apenas un día después de que Corea del Norte lanzara nuevamente un misil.

"El objetivo de una capacidad defensiva nacional fuerte siempre es asegurar la paz", dijo Moon en un discurso pronunciado durante su visita a la feria internacional para la industria aeroespacial y de defensa ADEX celebrada en Seúl.

"La República de Corea (nombre oficial de Corea del Sur) busca cimentar unas fuerzas armadas potentes y avanzadas basadas en las últimas tecnologías", añadió Moon.

El presidente recalcó la importancia de nuevos desarrollos surcoreanos como el caza ligero FA-50 o el KF-21 Boramae, caza de cuarta generación que Seúl espera tener operativo en 2026, y destacó que Corea del Sur se situó el año pasado como el sexto mayor exportador global de material de defensa.

También destacó el éxito en las pruebas de combustión para un motor de cohete de combustible sólido realizadas en julio y que abren la puerta a que la nación asiática comience a lanzar vehículos espaciales de este tipo en 2024, lo que le permitirá mejorar su red de satélites.

En ese sentido, Moon recordó que su país tiene previsto lanzar mañana el Nuri, su primer cohete espacial de fabricación 100 % doméstica.

Las palabras del mandatario llegan un día después de que Corea del Sur probara un misil balístico de corto alcance para submarino (SLBM), lo que supone su quinto test de armas en algo menos de cinco semanas.

En los últimos meses, ambos vecinos, que técnicamente siguen aún en guerra, han escenificado la escalada armamentística que vive la región con diversas pruebas y anunciando planes para seguir expandiendo sus activos.

Esta situación se produce en un momento en que el diálogo entre Seúl y Pionyang se mantiene vivo pero sin grandes avances, al tiempo que el régimen sigue rechazando por el momento la invitación de Washington para tratar de reactivar el diálogo sobre desnuclearización, estancado desde 2019.