La última vez que se lo había visto hasta entonces fue en el Palacio Real de Madrid, tras la ceremonia en el Congreso de los Diputados a la que no asistió para no robar atención al nuevo monarca.
"Vámonos ya", dijo entonces a la reina Sofía en el balcón del céntrico palacio, desde el que Felipe VI y Letizia saludaban junto a sus dos hijas como nuevos reyes de España.
Juan Carlos, de 76 años, es desde aquel día un rey sin corona. Mantiene el título de monarca, como Sofía, pero ya no es jefe de Estado. Es una situación sin precedentes en la España democrática, que desde la aprobación de su Constitución en 1977 solo lo había tenido a él al frente de la jefatura del Estado.
Juan Carlos busca ahora su sitio y en Colombia comenzó el tanteo de las nuevas funciones del rey sin corona.
Desde 1996 era el príncipe Felipe el que representaba a España en las tomas de posesión de los mandatarios latinoamericanos. Con Felipe ya en el trono, los papeles se invirtieron y el rey padre viajó a Colombia al frente de la delegación española.
"Al ver a Juan Carlos haciendo de Felipe en Colombia mientras Felipe hace de Juan Carlos en Marivent se entiende aún menos la abdicación", decía estos días el conocido periodista español Pedro J. Ramírez, ex director del diario "El Mundo".
La asistencia de Juan Carlos a la toma de posesión de Santos coincidió con la llegada de los reyes Felipe y Letizia al Palacio de Marivent, la residencia oficial en Mallorca en la que el ex monarca y su mujer pasaron sus vacaciones de verano durante su reinado.
Felipe y Letizia lo están haciendo ahora por primera vez como reyes. El jueves por la noche marcaron su impronta en la tradicional recepción en palacio a la sociedad de Palma, aumentando el número de asistentes habituales e invitando a sectores que hasta entonces no habían estado representados en esos actos.
Deportistas, empresarios y políticos coincidieron con miembros de ONG solidarias, ecologistas, organizaciones críticas con las autoridades de las Islas Baleares y de plataformas de gays y lesbianas.
Un gesto más de los monarcas -acompañados por la reina Sofía- en la apertura y modernización que emprendieron el 19 de junio.
El viaje de Juan Carlos a Colombia no debe interpretarse como un precedente, advirtieron fuentes de la Casa del Rey. El nuevo papel de Juan Carlos debe aún ser definido por su hijo después de este mes de agosto de vacaciones de verano en España.
Juan Carlos tiene ya una edad avanzada y su salud se resiente desde hace tiempo. Ha pasado nueve veces por el quirófano desde 2010. Y tras la última, la de la implantación de una nueva prótesis de cadera en noviembre, mantiene aún el bastón para ayudarse.
Cuando el martes aterrizó en Bogotá el Airbus A310 del Ejército del Aire que lo trasladó a Colombia, Juan Carlos necesitó la ayuda de un asistente para bajar la escalerilla.
Estos meses están siendo una transición para él. De hecho, seguirá cobrando su sueldo como rey hasta final de año, un periodo en el que Felipe mantiene el que tenía como príncipe heredero. Y no será hasta enero cuando se modifiquen las cantidades.
Juan Carlos ha llegado a este momento con una imagen debilitada. El rey de la Transición de la dictadura a la democracia se convirtió un día en el rey de la cacería de elefantes en Botsuana.
El escándalo de corrupción protagonizado por su yerno, Iñaki Urdangarin, que acabó salpicando a su hija Cristina, imputada también, no le permitió recuperar el favor del que llegó a gozar entre años atrás, pese a aquella disculpa histórica por estar en África de lujosa cacería en los peores momentos de la crisis económica: "Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a pasar".
Su aforamiento, que le otorga el privilegio de responder solo ante el Tribunal Supremo si tiene que vérselas con la Justicia, volvió a suscitar críticas en las últimas semanas, tras la urgencia con la que lo hizo el gobierno de Mariano Rajoy, que se quedó solo en el Parlamento.
"Durante cuatro décadas he tenido el privilegio de representar a España en todo el mundo y, muy particularmente, en la comunidad histórica a la que pertenecemos", dijo Juan Carlos en la cena homenaje que le hizo el presidente Santos esta semana en Bogotá.
En enero de 2015 hay en Brasil una nueva toma de posesión en la comunidad iberoamericana. Hasta que Felipe VI defina el nuevo papel de su padre serán una incógnita sus nuevas tareas, y también si el monarca jubilado repetirá en uno de los actos que hasta ahora habían estado en la esfera de su hijo. (DPA)