El río Mapocho refleja en sus aguas la desigualdad de Santiago

El río Mapocho, que cruza Santiago de este a oeste, refleja a lo largo de su cauce parte de la desigualdad social de la capital chilena, una ciudad que parece "diseñada" para que "las clases sociales estén separadas" y "se vean lo menos posible".

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Así lo explicó a Efe Marco Kremerman, economista de la Fundación Sol, quien agregó que en Santiago el encuentro entre pudientes y más pobres solo se da "en un espacio laboral difuso", una incómoda desigualdad económica y social de la que es testigo el disminuido caudal del Mapocho, que transcurre a lo largo de 110 kilómetros.

Esta segregación también es visible en la arquitectura urbana a lo largo de la ribera del río, al pasar de la zona más adinerada, con su núcleo financiero -conocido como Sanhattan, a modo de guiño a los rascacielos de Manhattan- hasta la parte poniente y sus barrios de viviendas precarias, conocidos como poblaciones.

"En Chile, el 1 % más rico concentra el 33 % de los ingresos", afirmó Kremeramn citando datos del Banco Mundial de 2017.

Además, hay un 8.6 % de personas pobres en Chile, según la última encuesta Casen de 2017, realizada por el ministerio de Desarrollo Social.
Para llegar a esta cifra se usa un parámetro internacional, que cuenta como ingresos el sueldo, los subsidios y el alquiler imputado, una cantidad que se añade a las personas que viven en una propiedad y que se "ahorran" el arriendo de una casa.

"En cambio, cuando medimos la pobreza tomando solo los ingresos que las personas generan de forma autónoma, la cifra se dispara hasta un 30 % de la población", agregó Kremerman.

Este contraste en la sociedad chilena se puede observar en pocos kilómetros de diferencia, siguiendo el cauce del río Mapocho.
"Santiago -que concentra a un 40 % de la población de Chile- es una de las ciudades más segregadas del país", sostuvo a Efe Matías Cociña, investigador del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el país suramericano.

"La parte este de la ciudad se conoce como "el cono de la renta" porque agrupa a los barrios con mayores ingresos de la capital. Mientras que las comunas pobres, aunque no están en una sola parte de la ciudad, se caracterizaran por solo concentrar a personas de bajos recursos", agregó.

Según datos del Ministerio de Desarrollo Social de 2015, en Santiago, el barrio de Vitacura tenía una tasa de pobreza del 0 % mientras que El Bosque, a 20 kilómetros al sur del centro de la capital, alcanzó el 15 %.

Esta desigualdad no solo es económica sino también de "trato", según recoge un estudio realizado en la capital por el PNUD, en el que afloraron casos de "personas maltratadas en la calle por desconocidos" debido a su clase social.

"Las personas consideran que ciertas zonas de la ciudad "pertenecen" a su grupo socioeconómico y cuando alguien cruza esa frontera simbólica -en general en barrios ricos- se exponen a malos tratos o discriminación", explicó Cociña.

Por eso la movilidad social en el país austral es todavía limitada: "el lugar de nacimiento y la escuela determinan qué tipo de trabajo se puede conseguir, más allá de las competencias adquiridas", puntualizó Kremerman.

La subsecretaria de Evaluación Social de la cartera de Desarrollo, Alejandra Candia, consideró que para "avanzar en materia de distribución de ingresos se debe dar oportunidades de calidad a quienes lo necesitan".

"Las personas con rentas más bajas son las primeras afectadas por los problemas financieros de Chile", añadió Candia, que aseguró que están trabajando en el plan de "Compromiso País" para abordar esta cuestión.

Desde el PNUD, Cociña sostuvo que "la gran mayoría de gente percibe una cierta movilidad socioeconómica que va a la par con el crecimiento económico. Pero al mismo tiempo reportan una gran sensación de vulnerabilidad".

"Existe la sensación de que cualquier shock externo como una enfermedad, el desempleo o incluso la jubilación puede desestabilizar su posición y suponer un retroceso económico", añadió.

El Ministerio de Desarrollo Social cifra esta vulnerabilidad en un 20.7 % de la población chilena, a la que se considera pobre desde una perspectiva "multidimensional".

"Más allá de la pobreza general en Chile -que se sitúa en el 8.6 %- se miden las carencias de los hogares no solo en ingresos sino en materia de educación, salud, trabajo, vivienda y redes de la persona para poder atender un posible problema".

Estas personas "pobres desde un punto de vista multidimensional" aumentan en Santiago de este a oeste, a medida que avanza el cauce del río Mapocho, que nace en las faldas de la cordillera de Los Andes y concluye su destino uniendo sus aguas a las del río Maipo para terminar en el Pacífico.