El terremoto de ayer ya es uno de los más mortíferos de la década en Pakistán

El último recuento de víctimas por el terremoto que ayer sacudió el suroeste paquistaní asciende hoy a al menos 306 muertos y cerca de 400 heridos, pero las autoridades alertan de que el número de fallecidos y afectados puede ser mayor.

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Varias personas permanecen junto a sus casas en ruinas tras el terremoto en Awaran (Pakistán) hoy, miércoles 25 de septiembre de 2013.

Los equipos de rescate se afanan por encontrar supervivientes en la remota zona del suroeste del país que ha quedado muy afectada por el que ya se ha convertido en uno de los seísmos más mortíferos de la década en Pakistán.

El secretario de interior de la provincia de Baluchistán, Asad Gilani, aseguró en rueda de prensa que se han contabilizado 306 fallecidos y 400 heridos, según recoge el medio local Dawn.

"Entre las víctimas hay mujeres y niños", detalló Gilani, quien afirmó que "la prioridad en estos momentos es recuperar los cuerpos (que se hallan bajo los escombros) y trasladar a los heridos a los hospitales".

Un portavoz del Gobierno regional de la provincia de Baluchistán, Abdul Manán, había hablado con anterioridad de 216 muertos en el área de Awarán y más de medio centenar en la de Turbat, a unos cien kilómetros al oeste.

El epicentro del terremoto, con una magnitud de 7.7 grados en la escala de Richter, se localizó en el área de Khuzdar, a más de 200 kilómetros de Awarán, y tuvo lugar a 10 kilómetros de profundidad, según el Departamento Meteorológico de Pakistán.

De acuerdo con medios locales, el temblor se notó en varias localidades del país asiático y llegó a sentirse incluso en la capital de la vecina India, Nueva Delhi, y al otro lado del golfo de Omán, en los Emiratos Árabes Unidos y Omán.

"Al mediodía llegan equipos especializados de rescate y esperamos acelerar las tareas de ayuda", dijo esta mañana local a Efe el portavoz de la Autoridad Nacional de Gestión de Desastres (NDMA), Kamran Zía, quien reconoció que se espera que aumenten las víctimas.

Zía explicó que se han desplegado helicópteros del Ejército en la zona para llevar a los heridos más graves a las ciudades de Quetta -la capital provincial ubicada al norte- y Karachi -al sur- y que durante el día se establecerá un hospital de campaña en Awarán.

Fuentes militares han precisado que más de un millar de tropas se han desplazado a la zona más afectada y a Karachi y Quetta para ayudar en las labores de asistencia a los damnificados.

Los medios locales informan de las condiciones extremas en las que han quedado los miles de afectados a causa de la falta de recursos básicos y con sus casas totalmente destruidas.

Las autoridades de las remotas áreas afectadas han solicitado el envío de agua potable y medicinas.

Al menos seis distritos han sido golpeados por el seísmo, pero el más afectado ha sido Awarán, con una población de unos 300,000 habitantes muy disgregados en sus más de 20,000 kilómetros cuadrados.

En una sola aldea, Mashké, se han contabilizado más de medio centenar de muertos.

Las autoridades calculan que cerca del 90 por cientode las áreas rurales y la mitad de las zonas urbanas del distrito han quedado devastadas.

Baluchistán es una provincia de frecuentes movimientos sísmicos y ya había sido escenario este año de un terremoto con epicentro en el vecino Irán que dejó decenas de muertos en el lado paquistaní, mientras que en 2008 otro temblor provocó más de 200 fallecidos en la región.

El peor terremoto de la historia de Pakistán ocurrió en 2005 en la Cachemira paquistaní, al norte del país, y se calcula que en él murieron al menos 80,000 personas.

Los medios informan de que el movimiento sísmico de ayer, que fue seguido de numerosas réplicas, ha provocado la aparición de un islote frente a la costa meridional del país (la zona afectada por el temblor está a unos cien kilómetros del mar).

Un responsable del Servicio Geológico de Pakistán, Anwar Husein, declaró al diario local Express Tribune que la emergencia de acumulaciones de lodo en el mar son habituales después de terremotos como el de ayer, pero que luego son arrastradas por las aguas. (EFE)