Con guantes y mascarillas, más de una veintena de empleados y voluntarios trabajaron al unísono desde las ocho de la mañana para repartir los sacos de comida a los automovilistas.
La fila parecía no tener fin como ocurría en otros puntos del condado donde esta mañana se entregaba comida gratuitamente a las familias que han quedado sin ingresos por el cierre de negocios a causa del coronavirus SARS-CoV-2.
Los animales también tienen que comer, dijo a Efe John Palmera, un desempleado que consiguió comida para su pastor alemán.
"A nosotros nos ha ayudado mucho la comunidad en lo que estamos haciendo aquí en el refugio al salvar animales. Esto es una manera de darle las gracias a la comunidad y creemos que es muy importante. Cuando ves a más de 400 personas en una fila esperando a las cuatro de la mañana, hay necesidad", dijo a Efe el director del Centro de Protección y Adopción de mascotas, Alex Muñoz.
Los conductores, con el baúl del automóvil abierto y sus mascarillas puestas, avanzaban con un papel en la mano que indicaba el tipo de pienso que necesitaban para sus mascotas.
En apenas treinta segundos estaban fuera del aparcamiento de este refugio en Doral, una ciudad a unos veinte kilómetros de Miami.
En apenas dos horas las más de seiscientas bolsas de comida se habían agotado demostrando el éxito de esta iniciativa que es la segunda vez que se celebra.
Según Muñoz, se otorgarán más ayudas de este tipo en caso de que la crisis por el coronavirus continúe.
"Estamos viendo la necesidad en estos tiempos de crisis, y depende de lo que dure esto y la necesidad económica planeamos seguir haciendo este tipo de iniciativas", explicó.
La comida fue donada por la Sociedad Americana contra la Prevención de la Crueldad Animal como parte de su iniciativa nacional "Ayuda y Recuperación COVID-19" con la que ha repartido 5 millones de dólares en ayudas para este tipo de organizaciones.
Sacha y Toby, dos bulldogs inglés, podrán comer en abundancia durante los próximos dos meses gracias a esta ayuda, según indicó su dueña, Marina Lacuotore, que trabaja en una tienda de accesorios y ropa y carece de ingresos durante el confinamiento al que ha obligado el coronavirus.
"Estoy muy agradecida con toda esta donación que nos han hecho. Definitivamente con toda esta pandemia ha sido muy difícil el tema laboral. Todos estamos en casa y estamos viniendo a recoger esta colaboración que nos está dando el condado", comentó tras haber recogido la ayuda.
Por su parte, John Palmera aseguró que esta "es una política muy buena la que está realizando Miami en cuanto a la beneficencia para los residentes".
"Muchos no estamos trabajando y los animales también son seres vivos", afirmó.