Con 99 delegados en juego, Florida es uno de los cinco estados donde se celebrarán elecciones primarias republicanas y demócratas el próximo martes, y que podrían consolidar el liderazgo de Trump, quien aparece como favorito y con ventaja sobre el senador de Florida.
El sondeo del periódico The Washington Post y la cadena Univisión colocó a Trump posicionado para llevarse la totalidad de los 99 delegados en juego en ese estado, restando así toda credibilidad a la insistencia de Rubio de ser el candidato que puede ganarle a un candidato o candidata demócrata en una elección general.
Trump apareció al frente con un 38 por ciento de las preferencias entre los electores republicanos floridanos, seguido por Rubio en segundo lugar con 31 por ciento, y Ted Cruz y John Kasich con 19 y 4 por ciento, en forma respectiva.
Para un 60 por ciento, el millonario neoyorquino es el candidato que tiene las mejores posibilidades de ganar en las elecciones de noviembre próximo, en tanto que apenas 17 por ciento se pronunció por Rubio y 15 por ciento por el senador Cruz.
Una mayoría dijo confiar más en Trump que en Rubio para confrontar algunos de los temas que determinarán su voto, sugiriendo que la experiencia del segundo en el Senado no ha sido suficiente para atraer simpatizantes.
Un 56 por ciento dijo confiar que Trump hará un mejor trabajo manejando la economía contra 22 para Rubio, en tanto que para un 45 por ciento el primero hará un mejor trabajo en el frente migratorio, contra 29 por ciento que se pronunció por el senador cubano-estadunidense.
Ese sondeo, como otros que han reafirmado esta tendencia, sugiere que los prospectos de que Rubio en su casa son remotos, y una derrota podría forzar a reconsiderar su permanencia en la carrera.
Una reciente encuesta de la televisora CNN y la firma ORC evidenció la presión que Rubio enfrentaría si fracasa en la jornada del martes, pues un 66 por ciento de los encuestados consideró que debería renunciar a sus aspiraciones si no logra una victoria.
La encuesta Washington Post-Univisión fue conducida del 2 al 5 de marzo entre 450 republicanos de Florida seleccionados de manera aleatoria, y presenta un margen de error de 5.5 por ciento.