Karis fue elegido en segunda ronda, con 72 votos a favor de los 101 posibles cuando el mínimo eran 68, tras no lograr la mayoría requerida este lunes. Entonces se quedó en los 63 votos de los partidos gubernamentales, una coalición de los partidos centrista y reformista.
Pese a que el voto es secreto, parece que los opositores socialdemócratas acabaron respaldando en esta segunda ronda al único candidato, propuesto por el gobierno.
Karis sucede a Kerti Kaljulaid, la primera mujer presidenta de este pequeño país báltico miembro de la UE y la OTAN, cuyo mandato de cinco años concluía este octubre.
El nuevo presidente, nacido en Tartu, es genetista molecular y biólogo del desarrollo, además de profesor en la Universidad Estonia de Ciencias de la Vida. Fue rector de este centro entre 2003 y 2007 de la Universidad de Tartu entre 2007 y 2012.
A continuación fue nombrado Auditor general de Estonia y, al término de su mandato de cinco años, designado director del Museo Nacional, cargo que desempeña actualmente.
En una entrevista previa a su nombramiento, Karis mostró su deseo de que Estonia sea conocida como una nación "inteligente y educada", con el objetivo de ser "el país con la gente mejor educada".
La presidencia estonia es un cargo eminentemente protocolario, con capacidad para vetar algunas leyes y nominar al primer ministro tras unas elecciones, así como con funciones de representación en el exterior.
No obstante, un presidente con personalidad puede dejar su impronta en el país, como sucedió con Lennart Meri, el primer presidente estonio tras el colapso comunista, y con Toomas Hendrik Ilves, explicó a Efe el analista político estonio Juri Estam.
Karis está casado con Sirje Karis, directora del Museo de Historia de Estonia y del Museo de la ciudad de Tartu. Tienen tres hijos adultos y cinco nietos.