EU designa como narcotraficantes a red de apoyos de Hezbolá en A. Latina

La red de Ayman Joumaa ya había sido incluida en su lista de narcotraficantes internacionales por Estados Unidos en febrero del año pasado, cuyas actividades se extienden desde América a Oriente Próximo.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó hoy a cuatro individuos, entre ellos un venezolano-libanés y un colombiano-libanés, dentro de su lista de narcotraficantes internacionales como elementos clave en el lavado de dinero del grupo terrorista Hezbolá en Suramérica.

Abbas Hussein Harb, con pasaporte venezolano y libanés, es considerado el responsable de mover millones de dólares procedentes de actividades relacionadas con el narcotráfico desde Suramérica y lavar dinero en Colombia y Venezuela para la red Joumaa y Hezbolá a través del sector financiero libanés.

Por su parte, el colombiano-libanés Ali Mohamad Saleh es coordinador de actividades de Hezbolá en Colombia, desde donde ha suministrado apoyo material, financiero y tecnológico a la organización libanesa.

La red de Ayman Joumaa ya había sido incluida en su lista de narcotraficantes internacionales por Estados Unidos en febrero del año pasado, cuyas actividades se extienden desde América a Oriente Próximo.

"Joumaa es una sofisticada red multinacional dedicada a lavar el dinero del narcotráfico en beneficio de criminales y del grupo terrorista Hezbolá", indicó David S. Cohen, subsecretario de Terrorismo e Inteligencia Financiera del Tesoro en un comunicado.

Asimismo, se designó como narcotraficantes internacionales a Ali Houssein Harb, hermano de Abbas Hussein Harb, y Kassem Mohamad Saleh, hermano de Ali Mohamad Saleh, como miembros de la red.

Por último, se incluyó en esa lista negra a tres empresas suramericanas relacionadas con la red: Importadora Silvania y Bodega Michigan, radicadas en Maicao (Colombia), y la Importadora Silvania, C.A., con base en Valencia (Venezuela).

El Tesoro de Estados Unidos considera que a través de esta red Joumaa han lavado dinero de actividades ilícitas por valor de 200 millones de dólares mensuales a través de contrabando de efectivo y casas de cambio de Líbano.

Como consecuencia de esta designación, las empresas y ciudadanos estadounidenses tienen prohibido abrir o mantener cualquier tipo de operaciones con estas personas y se congelan los activos financieros que pudieran tener bajo jurisdicción de Estados Unidos.