Aunque sin Nigel Farage, más de una veintena de eurodiputados de este partido, el más numeroso de los británicos en la Eurocámara hasta esta noche, abandonó la sede del Parlamento en mitad de una gran expectación mediática pasadas las nueve de la mañana y dieron una breve vuelta a la plaza frente al edificio antes de irse en taxis a la estación de tren de la que parte el Eurostar con destino a Londres.
"Hoy celebramos el inicio de nuestra independencia, nuestra habilidad para controlar nuestras propias leyes, nuestros propios acuerdos de comercio y nuestras propias fronteras", exclamó la eurodiputada Ann Widdecombe, que junto al gaitero y al resto de sus compañeros de partido declaró que su trabajo en Bruselas "ha finalizado".
Su colega Matthew Patten, no obstante, subrayó en declaraciones a Efe que el partido "no se va a ninguna parte" y que se mantendrán "vigilantes" durante la negociación de la futura relación que comienza ahora para asegurar que el primer ministro británico, Boris Johnson, "cumple con sus promesas al pueblo".
"Es un día grande e histórico para toda Europa y la UE. El Reino Unido se va, estamos contentos con ello y hemos hecho campaña para irnos y cumplir con el voto democrático del pueblo británico hace años. Es un gran día en ese sentido y estamos encantados de abandonar la UE institucional, pero somos más parte de Europa que nunca", recalcó Patten.
La alegría de los eurodiputados "brexiteers" (partidarios de la salida de la UE) contrasta con los abrazos emocionados y las lágrimas que compartieron los eurodiputados británicos contrarios al Brexit con sus colegas del resto del continente este miércoles, cuando la Eurocámara ratificó el acuerdo de retirada.
Tras ese sello final al acuerdo, el Reino Unido abandonará esta noche -a las 23:00 GMT- la Unión Europea (UE) 47 años después de su ingreso en el bloque, un punto final a tres años y medio de disputas internas entre ciudadanos y partidos sobre la conveniencia de quedarse o salir del club comunitario.