Ex director denuncia decenas de políticos por fraudes en Petrobras

Decenas de parlamentarios y varios partidos políticos brasileños tuvieron participación en fraudes cometidos en la estatal Petrobras, según declaró hoy a la policía el ex director del ente Paulo Roberto Costa, quien está preso.

En declaraciones que reproducen medios locales, Costa dijo a la Policía Federal, a cambio de obtener reducción de la pena, que los políticos recibían el tres por ciento de comisión sobre el valor de cada contrato firmado durante su gestión al frente del departamento de Refinería y Abastecimiento de Petrobras.

De acuerdo con el ex director, empresas contratistas formaron un cartel que actuaba en casi todas las áreas de la estatal.

Los fraudes, agregó, ocurrieron durante su gestión al frente de la oficina de Abastecimiento, entre los años 2004 y 2012, periodo que coincide en buena parte con los años en que la actual presidenta de la República, Dilma Rousseff, presidió el Consejo de Administración de Petrobras, entre 2003 y 2011.

Según el portal del diario "Folha de Sao Paulo", Costa denunció a 12 senadores, 49 diputados y un gobernador pertenecientes a tres partidos políticos: el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y sus aliados Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) y Partido Progresista (PP).

Costa fue detenido en junio pasado, en el marco de un operativo de la policía federal que desmanteló una banda de lavado de dinero que movió en los últimos tres años unos 4.250 millones de dólares.

Los implicados en el fraude fueron acusados de lavado de dinero, narcotráfico, contrabando de piedras preciosas, corrupción de funcionarios públicos y evasión de divisas e impuestos, entre otros delitos.

Las revelaciones caen como un rayo sobre la presidenta Rousseff, quien vuelve a verse salpicada por los escándalos de corrupción en la mayor empresa pública del país en momentos en que disputa la recta final de una dura campaña electoral en la que busca la reelección.

Dos de los principales negocios firmados por Petrobras que están bajo sospecha de fraude, y que además resultaron perjudiciales para la empresa, fueron aprobados durante su mandado al frente del consejo administrativo: la compra de una refinería en Pasadena, Estados Unidos, y la construcción de la refinería Abreu e Lima, localizada en el estado brasileño de Pernambuco.